Los científicos han analizado una nueva ilusión óptica, llamada Ilusión de agujero en expansión —que engaña al cerebro y dilata la pupila, como si la persona hubiera entrado en un túnel oscuro. Básicamente, la imagen consiste en un agujero negro que parece expandirse cuando lo miras.
Según información publicada en la revista científica Fronteras en la neurociencia humana, la ilusión óptica en cuestión puede ser percibida por el 86% de las personas. Mira si eres uno de ellos: ¿la imagen parece moverse, desde el centro hacia los bordes como un agujero en expansión?
Esta nueva ilusión óptica de «agujero en expansión» hace que el 86% de las personas se sientan como si estuvieran viajando hacia un agujero negro, según un estudio. La ilusión incluso provocó que las pupilas de los participantes se dilataran, un reflejo desencadenado al entrar en un espacio oscuro.
Crédito de la imagen: Laeng, Nabil y Kitaoka pic.twitter.com/fr7qCWmhUz
— IFLScience (@IFLScience) 1 de junio de 2022
Según el estudio, el reflejo pupilar depende de la percepción, y no necesariamente de la realidad. «La pupila reacciona a cómo percibimos la luz, incluso si esa ‘luz’ es imaginaria como en una ilusión óptica, y no solo una cantidad de energía luminosa que realmente invade el ojo», teorizan los investigadores.
Pronto, la ilusión provoca una dilatación correspondiente de la pupila, como sucedería si la oscuridad realmente aumentara. Los expertos también exploraron cómo los diferentes colores en el agujero afectarían la fuerza con la que uno reacciona mental y fisiológicamente a la ilusión.
En una pantalla, presentaron variaciones de la imagen del «agujero en expansión» a 50 mujeres y hombres videntes, y les pidieron que calificaran con qué intensidad percibían la ilusión. Mientras los participantes miraban la imagen, los investigadores midieron sus movimientos oculares y las contracciones y dilataciones inconscientes de sus pupilas.
La conclusión fue que la ilusión óptica seguía siendo más efectiva cuando el agujero era negro, ya que los agujeros negros promovían una fuerte dilatación de las pupilas de los participantes, mientras que los agujeros de colores hacían que sus pupilas se contrajeran.
Fuente: Frontiers in Human Neuroscience, Neuroscience News