Japón y Jaxa, la administración espacial del país, están a punto de dar un gran paso hacia el futuro de las energías renovables. Una información publicada este fin de semana por Nikkei señala que una asociación público-privada intentará enviar energía solar desde el espacio a partir de 2025marcando un avance significativo en la energía espacial.
El país ha estado trabajando durante las últimas décadas en la búsqueda de formas de permitir la transmisión de energía solar desde el espacio a la Tierra. El proyecto está dirigido por Naoki Shinohara, profesor de la Universidad de Kyoto que ha estado trabajando en energía solar basada en el espacio desde 2009.
El plan es poner en órbita una serie de pequeños satélites, que luego intentarán transmitir la energía solar que recolectan a las estaciones receptoras terrestres ubicadas a cientos de kilómetros de distancia. La posibilidad de éxito proveniente de Japón proviene de pruebas previas ya realizadas por la administración espacial del país.
Esto se debe a que la posibilidad de que esto se convierta en realidad muestra un paso adelante respecto al éxito anterior de Japón en 2015, cuando los científicos de JAXA pudieron transmitir con éxito 1,8 kilovatios de energía, suficiente energía para alimentar un hervidor eléctrico, a más de 50 metros a un receptor inalámbrico.
Los desafíos tecnológicos y financieros son las principales barreras
La idea de usar paneles solares orbitales y microondas para enviar energía a la Tierra se propuso por primera vez en 1968. Desde entonces, algunos países, incluidos China y Estados Unidos, han invertido tiempo y dinero en esta idea. La tecnología es atractiva porque los paneles solares orbitales representan una fuente potencialmente ilimitada de energía renovable.
En el espacio, los paneles solares pueden recolectar energía sin importar la hora del día, y al usar microondas para transmitir la energía que producen, las nubes tampoco son una preocupación. Sin embargo, incluso si Japón logra implementar con éxito una serie de paneles solares orbitales, la tecnología aún estaría más cerca de la ciencia ficción que de la realidad.
En este primer momento, uno de los mayores retos ha sido la cantidad necesaria para poder llevar a cabo el plan. Esto se debe a que la producción de un conjunto que pueda generar 1 gigavatio de energía -es decir, aproximadamente el rendimiento de un reactor nuclear- costaría alrededor de US$ 7 mil millones con las tecnologías disponibles actualmente. El valor corresponde a R$ 34,9 mil millones.
Vía: Engadget
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