El gas de la risa del Guasón es el arma biológica mucho más icónica de la civilización pop. Más allá de que el Príncipe Payaso del Delito asimismo es popular por las flores que lanzan ácido, las barajas de cartas que semejan cuchillas y los botones que apalean su guante, el veneno es, con bastante, la «sorpresa» mucho más mortal y famosa del villano de Batman.
El gas tóxico del Joker tiene un efecto mortal en sus víctimas, que se vuelven pálidas y resecas con una horrible sonrisa en la cara tras morirse de risa. Desde su creación, el veneno se volvió cada días un poco más fuerte, puesto que el villano siempre y en todo momento está «mejorando» su creación. A propósito, la receta del Príncipe Payaso del Delito, algo que absolutamente nadie tiene la menor iniciativa de dónde la logró, tiene una composición que puede ser tan mortal como la toxina misma.
En Joker: Ficheros misterios de Last Laugh #1, hay una historia corta que charla de la receta de la toxina del gas de la risa. En la historia, un científico llamado Dan revela los pocos elementos populares precisos para hacer parte del arma biológica. A pesar de que los nombres precisos y las proporciones de los elementos están censurados, Dan trae múltiples elementos recurrentes, como un limpiador para la vivienda y una bolsa de verduras congeladas.
Según Dan, los productos mucho más especialistas, como los modelos farmacéuticos, tienen la posibilidad de reemplazarse de forma fácil por fármacos de venta libre y, como es natural, el científico acaba probando qué arriesgado fue su ensayo en el momento en que de manera accidental se muestra a la mezcla dañina.
La receta simple de realizar es tan mortal como la toxina.
Pese a ser llamado Laughing Gas, las toxinas del Joker se piensan en exactamente el mismo nivel de riesgo que la ricina o la peste bubónica. y como es la narración de Joker: Ficheros misterios de Last Laugh #1 afirmado en 2001 es algo que se expone en la película hombre murciélagode Tim Burton, de 1989: que dado que su receta se logre replicar de manera fácil con solo unos pocos productos adquiridos en un mercado local puede ser tan arriesgado como nuestro arma biológica.
Al Guasón le chifla ocasionar caos masivo y, como todo el planeta vió recientemente en los cines, es aún mucho más arriesgado en el momento en que ya no es un hombre y se transforma en un concepto: piensa en de qué manera podría dar a conocer copias de su simple receta del gas de la risa. Tizen o en un mal día en un viable aliado.
Todavía no lo vimos explotar esta instalación de recetas de Laughing Gas frecuentemente o en todo su capacidad. Pero bien puedes imaginar el daño que podría ocasionar si el Joker decidiese filtrar su lista de compras.