Investigadores de las universidades Northwestern, en Estados Unidos, y Sungkyunkwan, en Corea del Sur, han desarrollado una nueva interfaz táctil capaz de replicar mecánicamente las sensaciones que emiten los dispositivos de realidad virtual (VR) en la piel humana.
Según los científicos, el equipo cuenta con un sistema háptico inalámbrico que también se puede utilizar para agregar sentidos táctiles a las experiencias de realidad aumentada (AR) y realidad extendida (XR), lo que permite al usuario tener percepciones más convincentes en entornos virtuales.
“Nuestra motivación es desarrollar tecnologías viables que puedan agregar experiencias táctiles de cuerpo completo a los entornos VR/AR/XR, como un complemento importante para los dispositivos de audio y video”, explica el profesor de física y química John A. Rogers, autor principal del estudio. .
interfaz háptica
La interfaz desarrollada por los investigadores se basa en conjuntos de actuadores vibro-hápticos capaces de transferir sensaciones en grandes áreas de la piel. Estos pequeños motores táctiles se pueden aplicar en unidades separadas o como un conjunto coordinado.

El dispositivo puede reproducir retroalimentación háptica real y vibraciones constantes a densidades específicas, lo que puede activar los receptores hápticos naturales de la piel en tiempo real en prácticamente todas las regiones del cuerpo humano excepto las manos y la cara.
“Nuestro sistema delgado y flexible incorpora ensamblajes controlados de forma independiente con pequeños actuadores vibro-táctiles que crean patrones rápidos de sensación espacio-temporal en la piel. Además, el dispositivo se puede controlar a través de una interfaz integrada en el sistema VR o con una pantalla táctil”, agrega Rogers.
A flor de piel
Durante las pruebas realizadas en el laboratorio, los investigadores descubrieron que la nueva interfaz háptica se puede utilizar para traducir pistas musicales en patrones táctiles, además de mejorar el sentido del tacto en prótesis robóticas que emulan el sistema sensorial humano.

Los científicos creen que versiones más avanzadas de este dispositivo pueden crear experiencias totalmente inmersivas en entornos virtuales, permitiendo a los usuarios con gafas VR “sentir”, por ejemplo, el viento soplando sobre su piel o tener la sensación real de conducir un vehículo al aire libre.
“El tacto es una de las formas más poderosas en que nos comunicamos entre nosotros y representa nuestra única forma física de interactuar con el mundo exterior. En el futuro, queremos agregar mecanismos para calentar y enfriar la piel, complementando la gama de sensaciones táctiles”, concluye el profesor John A. Rogers.