Científicos de la Universidad de Toronto, Canadá, hicieron un descubrimiento sorprendente al recolectar muestras de suelo en el pico más alto del mundo, el montar Everest. Encontraron una variedad de microorganismos, incluidas bacterias y hongos, que fueron traídos por los escaladores que lo exploran cada año, y que podrían cuestionar futuros descubrimientos en lugares fuera de la Tierra.
Estos ‘gérmenes’ se conservan en el hielo de la montaña, lo que dificulta su estudio y enciende un aviso para cuando la humanidad vuelva a pisar el hielo. Luna o la primera vez en Marteya que también podríamos dejar ‘rastros’ allí y luego ‘descubrirlos’ como vida extraterrestre.
A pesar de las dificultades del análisis, los investigadores pudieron recolectar muestras de suelo a una altitud de 2,5 km y cultivar microorganismos por primera vez a una altitud tan elevada.
Las bacterias más comunes encontradas fueron estafilococos y estreptococos, que generalmente son inofensivos. Sin embargo, algunas variantes pueden causar neumonía, faringitis, intoxicación alimentaria y también son responsables de infecciones de la piel.
Las bacterias no afectan el ecosistema, pero sientan un precedente
La temperatura en el Everest es extremadamente baja, oscilando alrededor de -10°C. En estas condiciones, la mayoría de los microorganismos no pueden sobrevivir, pero algunos pueden multiplicarse durante períodos cortos de mayor humedad y medición.
Según los científicos, estas bacterias no han causado ningún impacto negativo en el ecosistema de la montaña hasta el momento. Sin embargo, llaman la atención sobre la posibilidad de que la presencia de microorganismos traídos por los humanos no solo nos confunda en los estudios de otros lugares del espacio, sino que perjudique las posibles formas de vida que ya existen allí.
«Podemos encontrar vida en otros planetas y lunas frías», dijo el autor principal del estudio, steven Schmidt. «[E] Tendremos que tener cuidado de no contaminarlos con los nuestros».
Fuente: Alerta científica
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