La fotografía señalada en el sitio. AstronomíaImagen del día este martes (21) trae la hermosura de la nube molecular Tauro. Aloja ciertas estrellas refulgentes dentro suyo, acompañadas de polvo obscuro en largas ondas.
Las ondas formadas en la mitad del polvo llaman la atención, pero alén de la hermosura, representan algo mucho más: marcan zonas donde hay gas interestelar suficientemente espeso para colapsar sobre sí mismo, formando novedosas estrellas.
Contrastar:
Posiblemente haya sentido que, en el centro de la imagen, hay una nube clara. Está iluminado por estrellas vecinas que contienen la llamada «Nebulosa variable de Hind», una nube galáctica a unos 650 años luz de nosotros.
A ella se une la estrella T Tauri, una versión mucho más joven de las estrellas cambiantes del mismo nombre. Raramente, la estrella y la nebulosa semejan tener una enorme variación de brillo, que semeja haber ocurrido en distintas instantes.
La Nube Molecular de Tauro
Esta enorme nube de polvo está a unos 450 años luz de nosotros en la constelación de Tauro el Toro. Es un enorme complejo de nubes interestelares que forman distintas estrellas, lo que la transforma en entre las zonas de capacitación estelar mucho más próximas a nosotros.
Las visualizaciones de la zona mostraron un tenue resplandor de los granos de polvo desperdigados por las nubes; con datos de esta iluminación, los astrónomos tienen la posibilidad de investigar zonas de gas obscuro, en las que se genera la capacitación estelar.
La nube Tauro está formada por zonas mucho más oscuras, frías y menos espesas, acompañadas de zonas rojizas de mayor consistencia. Estos están organizados por una complicada red de filamentos, donde hay cúmulos refulgentes que son como «semillas» que van a dar rincón a novedosas estrellas.
Fuente: APOD