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¿Alguna vez te has encontrado buscando calcetines que juras que metiste en la lavadora? Sepa que este no es un caso único y hay miles de personas en la misma situación. ¿Pero a qué se debe esto? La verdad es que uno de los mayores mitos puede que en realidad no lo sea. Así tu lavadora puede tener ropa escondida.
¡Es verdad! ¡Tu lavadora realmente hace desaparecer la ropa!
Es cierto que los calcetines desaparecen incluso en la lavadora. Sin embargo, esto no es magia.
En primer lugar, su lavadora puede “comerlos” y, curiosamente, esto es algo que todavía sucede más en el tipo de máquinas que se utilizan menos aquí. En las máquinas de carga superior, los calcetines pueden quedarse atascados debajo del agitador, debajo de la placa de lavado o en el pequeño espacio entre la tina interior y exterior. Si eso sucede, probablemente nunca los volverás a ver.
En las máquinas de carga frontal, que son mucho más comunes, los calcetines pueden quedar atrapados en la junta de goma de la puerta o en el filtro. Afortunadamente, puedes revisar ambas áreas, limpiarlas y encontrar los calcetines que te faltan.
Pero esta máquina no es la única que devora calcetines.
Si tu lavadora no se come tus calcetines, tu secadora sí podría hacerlo. Pueden deslizarse debajo del filtro. Esto es si no está completamente adentro. De hecho, esta es una situación bastante común. Por eso cuando limpiamos el filtro secador tenemos que tener cuidado de colocarlo en la posición exacta.
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Cómo garantizar la seguridad de los calcetines.
En realidad es muy sencillo. Una de las formas más fáciles de mantener los calcetines juntos es asegurar cada par con un imperdible o usar clips para calcetines diseñados específicamente para garantizar que los calcetines no se separen.
Si desea tomar una ruta más fácil, considere invertir en una pequeña bolsa de malla para sus calcetines. Cuando tengas unos cuantos pares listos para lavar, colócalos en la bolsa, átala y métela en la lavadora. Tus calcetines se mantendrán limpios y no tendrás que preocuparte de que uno o dos se resbalen en un lugar inaccesible.
En definitiva, no hay ningún Luís de Matos escondido en su lavadora que haga desaparecer sus calcetines cada vez que lava la ropa.