A lo largo de los años, hemos visto varias campañas de conducción, una tras otra, para concienciar al público sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. De hecho, varias organizaciones y autoridades están trabajando para convencer a los conductores de que entreguen las llaves si han estado bebiendo. Sin embargo, más recientemente, los investigadores han descubierto que hay algo casi tan peligroso como conducir en estado de ebriedad.
Atención: ¡esto es tan peligroso como conducir ebrio!
La fatiga es insidiosa, ya que erosiona su capacidad para conducir con seguridad. En última instancia, las consecuencias podrían ser catastróficas. Y, sin embargo, cuando nos encontramos bostezando al volante, la mayoría de la gente se dice a sí misma que pasará y sigue conduciendo. Lo siguiente que sabemos es que ya no recordamos cómo llegamos al punto en el que nos encontramos.
Si sus párpados se vuelven pesados y su concentración disminuye, es hora de encontrar una parada de descanso u otro lugar seguro para detenerse. Da un paseo corto, haz algo de ejercicio y disfruta de un descanso para tomar café de 10 minutos. De hecho, los conductores deberían hacer una pausa cada dos horas en los viajes largos. La somnolencia no sólo provoca lapsos de atención, sino que también ralentiza las reacciones. Esto significa que si ocurre un incidente inesperado, es posible que sus reflejos no reaccionen con la suficiente rapidez.
Conducir con sueño es tan común que varios fabricantes de automóviles han creado sistemas que alertan a los conductores cuando los cambios en su estilo de conducción indican que pueden estar durmiendo. Algunos fabricantes incluso han agregado un indicador que se enciende en el panel de instrumentos para recordarle que debe detenerse a tomar un descanso.
Tan pronto como empiece a mostrar signos de somnolencia, deténgase. Y recuerda que los accidentes no ocurren sólo en viajes largos.