El futuro del mundo del automóvil, a pesar de algunas apuestas paralelas de fabricantes como Toyota, que también apuestan por el hidrógeno, los combustibles sintéticos, etc… Parece depender mucho de la batería.
Sin embargo, además de la falta de autonomía, y también las dudas sobre la durabilidad de la batería, que es la mayor queja de muchos conductores, la realidad es que este componente crítico del automóvil presente y futuro necesita mejorar en otros aspectos.
¡Los coches eléctricos necesitan más que baterías más grandes!
El problema de la batería no es sólo su capacidad de almacenamiento de energía. ¡Está en el tamaño y también en tu peso!
Por si no lo sabes, añadir una batería más grande, con más capacidad de almacenamiento de energía, no siempre significa que la autonomía aumentará.
Esto se debe a que, además de tener que reforzar el chasis del coche, lo que a su vez se traduce en más peso, y probablemente mayores dimensiones, el tamaño extra de la batería también significa que será significativamente más pesada.
Las baterías más pesadas dan como resultado autos más pesados, lo que significa autos más grandes, más altos, menos ágiles y, francamente, que se conducen mal. Por no hablar de los daños que ese peso extra, cada vez más extendido, supone para las infraestructuras de cualquier región.
¡De media, un coche eléctrico pesa un 30% más que un modelo de combustión equivalente!
Por este motivo, varios equipos de la industria del automóvil están trabajando en nuevas tecnologías de baterías, como las baterías de estado sólido. Sin embargo, las cosas no terminan ahí… También hay equipos que intentan reducir el peso de la motorización puramente eléctrica que propulsa a todos estos coches.
Esto es positivo para el peso, pero también para el precio de todo lo que da vida a un coche moderno. Baterías más ligeras y motorizaciones más simples y ligeras conducirán a plataformas más eficientes y fáciles de producir. ¡Todo esto significa ahorro!
Sí, es cierto que un motor eléctrico ya es mucho más ligero respecto a un motor de combustión tradicional (50kg vs 200kg). Pero estamos llegando a un punto en el que cada kilogramo cuenta.
Sobre todo porque ya se habla de aumentar los impuestos a los coches eléctricos, por los daños que causan en las carreteras y en los aparcamientos. ¡Demasiado peso nunca es bueno!
Además, diferentes motores pueden dar lugar a otras formas de propulsión. Lo que también podría cambiar por completo la forma en que pensamos sobre el automóvil hoy en día.
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