Uno de los grandes problemas del envejecido parque automovilístico portugués no es la falta de eficiencia energética que aportan los coches más antiguos. En realidad, estamos hablando de tecnologías de asistencia a la conducción, que casi siempre están garantizadas en cualquier coche reciente, aunque sea remotamente decente.
De hecho, aquí es donde la seguridad ha ido aumentando año tras año, y es precisamente por eso que los conductores deberían pensar en cambiar de coche, si esa posibilidad existe. ¡Las ayudas a la conducción son realmente importantes!
¿Conducción autónoma? ¡La seguridad está en los sistemas de ayuda! (ADAS)
Es muy probable que ya ni siquiera te importe la conversación sobre ADAS, pero ¿sabes qué es esto?
Conducir es cada vez más seguro desde que apareció el primer airbag hace más de 50 años. Hoy en día existen sistemas de seguridad cada vez más sofisticados de los que los fabricantes de automóviles no pueden prescindir. Una de estas tecnologías es el sistema ADAS.
¿Qué son los sistemas ADAS?
Esto significa Sistemas avanzados de asistencia al conductor, que en portugués se traduce como Sistemas avanzados de asistencia a la conducción (o al conductor). Así, como su nombre indica, este acrónimo representa un conjunto de características diseñadas para hacer la conducción más fácil y segura.
En realidad, se trata de sistemas que benefician no sólo al conductor del coche que dispone del sistema ADAS, sino también a todos los demás conductores que circulan por su alrededor.
¿Cómo funciona?
Los sistemas ADAS funcionan esencialmente conectando las cámaras instaladas en el automóvil con los sistemas de dirección y frenado del automóvil. Las cámaras detectan la distancia entre el coche y otro objeto y envían señales al sistema del coche, lo que permite ajustar la conducción del conductor, directa o indirectamente.
Estamos hablando de sistemas como Lane Assist que ayudan a mantener el coche dentro de la carretera. Desde el sistema de alerta de colisión delantera y trasera, que en ocasiones puede activar automáticamente los frenos del coche. Sensores inteligentes con sistema 360, entre muchas cosas más.
Más concretamente, podemos fijarnos en el sistema AEB, algo que utiliza el radar y las cámaras del coche para medir todo lo que sucede delante del vehículo. Es un sistema tan inteligente que incluso proporciona un tiempo de espera para ver si el conductor va a frenar a tiempo. Si no lo hace, el sistema se bloqueará solo. Por ejemplo, este sistema por sí solo redujo las colisiones por alcance en más del 50%.
Dicho todo esto, en un momento en el que el piloto automático todavía parece un sueño lejano, al menos en la forma que muchos imaginan. Sin duda es una excelente idea apostar por este tipo de sistemas. ¡Sobre todo porque son sistemas que saben que muchos conductores no prestan atención cuando conducen! ¡Protégete!