Cuando pensamos en los problemas del coche recordamos muchas cosas. Sin embargo, una de las últimas cosas que de vez en cuando nos pasa por la cabeza es un problema que puede llegar a ser muy grave llamado contaminación del combustible. Sobre todo porque debido a esta situación nuestro vehículo podría dejar de funcionar repentinamente y quedaríamos atrapados en medio de la nada. Por eso es importante protegernos de esto y existen algunos trucos para ello.
Contaminación del combustible: ¡tenga en cuenta este peligro!
Pero ¿qué es la contaminación del combustible?
El combustible contaminado es cualquier tipo de combustible que contenga sustancias extrañas como tierra, agua o metales. El combustible del automóvil puede contaminarse de varias maneras, como por ejemplo, si se almacena incorrectamente, permanece demasiado tiempo en el tanque o si los filtros están sucios.
Aunque puedan parecer insignificantes, estos intrusos pueden causar daños importantes si no se controlan. Además de deteriorar la bomba y el filtro de combustible, el combustible contaminado también puede ingresar al motor y afectar negativamente su rendimiento, haciendo que pierda potencia más rápidamente o se detenga por completo.
Compre combustible de fuentes confiables
Al igual que prestar atención a lo que pones en tu cuerpo, estar consciente de lo que entra en tu automóvil es tu primera línea de defensa contra el combustible contaminado.
Dirigirse a la gasolinera más cercana para repostar es una tarea normal que la mayoría de conductores no se lo piensan dos veces. Sin embargo, vale la pena observar más de cerca dónde reposta el combustible del coche, ya que no es raro encontrar noticias de que incluso las grandes gasolineras informan de contaminación del combustible.
El sentido común es la mejor opción para evitar este problema. Asegúrese de que el lugar donde llena tenga una reputación bien establecida. Esto significa no sólo confiar en el establecimiento sólo por su nombre, sino también profundizar más para ver si ha tenido problemas en el pasado para cumplir con las regulaciones de combustible. Generalmente, una gasolinera limpia y con mucho tráfico es un buen indicador de que se trata de un lugar de buena reputación.
Presta atención al depósito.
Si bien definitivamente debes estar atento al combustible en mal estado, el tanque donde se almacena también podría ser la fuente de un problema de contaminación. El óxido, el moho, los hongos, las algas y otros microbios dañinos pueden infectarse dentro del tanque de combustible. Mezclar estas impurezas con el combustible puede provocar que tu coche tenga problemas derivados de la contaminación.
El mantenimiento regular del tanque puede ayudar a aliviar este problema. Debes limpiar tu tanque con regularidad. Si se siente lo suficientemente cómodo, puede hacerlo usted mismo vaciando y bajando el tanque, quitando la bomba de combustible y usando agua tibia, jabón con poca espuma y un detergente suave o una solución limpiadora para limpiar el interior. También es importante limpiar el exterior del tanque con un cepillo para eliminar el exceso de acumulación y residuos, así como limpiar el filtro del tanque o reemplazarlo si es necesario. El tanque debe secarse completamente antes de agregar combustible nuevo y debe inspeccionarse para detectar oxidación exterior u otros daños.
Asegúrese de que el tanque permanezca lleno
Es fácil no pensar en el tanque de combustible hasta que sales a la carretera. ¿Cuál es el punto si el coche no va a ninguna parte? Sin embargo, mantener el tanque lleno cuando el vehículo está parado por largos períodos de tiempo (semanas o meses) es una forma fundamental de combatir los posibles peligros de contaminación del combustible.
Si bien es fácil ver cómo la suciedad y los metales pueden afectar negativamente la capacidad del combustible para hacer su trabajo, existe un enemigo invisible que puede afectar su rendimiento de manera similar. Un tanque que se deja parcialmente vacío durante un largo período de tiempo puede desarrollar condensación, lo que puede provocar la acumulación de agua que puede causar problemas cuando se mezcla con el combustible. Este peligro es mayor durante los meses de invierno, cuando el aire normalmente contiene más humedad, lo que proporciona más espacio para la condensación y la congelación. Asimismo, un tanque casi vacío da más espacio a otros desechos dañinos que pueden acumularse con el tiempo. Esto puede generar una mayor probabilidad de experimentar problemas mecánicos o quedar varado en la carretera.
Utilice un estabilizador de combustible
Si bien sería ideal que nuestros automóviles no permanecieran inactivos durante largos períodos de tiempo, existen algunos escenarios en los que esto tiene que suceder. Si su automóvil no se usa mucho, un estabilizador de combustible es una buena inversión que lo beneficiará a largo plazo.
Como sugiere el nombre, esta sustancia ayuda a preservar la calidad del combustible durante largos períodos de tiempo. El estabilizador de combustible suele estar compuesto por una mezcla de lubricantes especiales y antioxidantes. De esta manera funcionan emparejándose químicamente con el combustible para evitar la oxidación y la condensación. Aunque la longevidad de los estabilizadores depende de la marca, no es raro encontrar productos que pueden durar más de un año.