La correa serpentina o de transmisión de su automóvil es un componente vital del motor. Es responsable de suministrar energía a varios accesorios, incluido el compresor del aire acondicionado, la bomba de dirección asistida y la bomba de agua. La fuente de esta energía es el cigüeñal, que gira cuando los pistones dentro del motor se mueven hacia arriba y hacia abajo. Aunque la correa serpentina es un equipo bastante robusto, está sujeto a desgaste con el tiempo. ¿Pero cuándo sabes que tienes que cambiarlo?
Correa de transmisión: ¡estas son las advertencias de que debes cambiarla!
La mayoría de fabricantes recomiendan sustituir la correa de transmisión cada 60.000 a 100.000 kilómetros. Esto depende de la marca, el modelo y el estado del cinturón. Sin embargo, a veces estas correas se degradan antes de lo debido o se dañan por contaminantes externos. En estos casos, la correa puede fallar y provocar diversas averías mecánicas, como una batería agotada o falta de dirección asistida. Es importante comprobar periódicamente el estado de la correa para evitar estos problemas y ayudar a mantener el motor en perfecto estado. Pero, ¿a qué hay que prestar atención exactamente y cuáles son los signos más comunes de que es necesario cambiar la correa?
El cinturón está desgastado o agrietado.
Una de las primeras señales de que necesita reemplazar su correa serpentina es el daño físico a la propia correa. Mencionamos que las correas de transmisión del motor son bastante duraderas. Están diseñados para durar decenas de miles de kilómetros, pero se degradan con el tiempo, gracias a las condiciones extremas en el interior del compartimento del motor.
Algunos de los tipos de daños más comunes que probablemente verá en un cinturón incluyen grietas, desgaste y vidrio. Estos defectos pueden formarse por diversas razones, incluidas poleas dañadas o que funcionan mal y calor excesivo. También pueden aparecer si el cinturón se ha instalado incorrectamente. Es importante tensar correctamente la correa al instalarla. Si está demasiado flojo o demasiado apretado, es probable que se dañe debido a factores como la fricción y/o el exceso de movimiento.
Ruidos extraños del motor
Otra señal común de que puede ser el momento de reemplazar la correa son los ruidos extraños provenientes del compartimiento del motor. Cuando la correa de transmisión del motor está dañada, instalada incorrectamente o simplemente desgastada, no es raro escuchar sonidos como chirridos, chirridos o chirridos agudos. Su automóvil puede emitir muchos sonidos diferentes y muchos de ellos pueden indicar varios problemas. Es importante prestar atención al tipo de ruido que hace su vehículo y el área donde parece originarse, ya que estas acciones pueden ayudarlo a identificar el origen del problema.
El sonido más común que probablemente escuche con una correa serpentina defectuosa es un chirrido o chirrido agudo, especialmente cuando arranca el motor por primera vez. Este problema puede ocurrir por varias razones, pero la mayoría de las veces se debe al desgaste o a una tensión incorrecta de la correa. Los chirridos y traqueteos también pueden indicar problemas con el tensor de la correa o las poleas accesorias, y si nota estos problemas, debe visitar a un técnico de reparación profesional para una inspección.
El motor se está sobrecalentando
Otra señal de que es posible que deba reemplazar la correa serpentina es el sobrecalentamiento del motor. Esto se debe a que, en muchos coches, uno de los accesorios accionados por la correa de transmisión es la bomba de agua del coche. La bomba de agua es parte del sistema de enfriamiento del motor de su vehículo y es responsable de bombear refrigerante a través del bloque del motor para absorber y eliminar el exceso de calor.
Si la correa serpentina está dañada, estirada o apretada demasiado, es posible que la bomba de agua del motor no funcione correctamente. Es posible que una correa dañada o mal apretada no pueda sujetar adecuadamente la polea de la bomba, lo que contribuye a reducir la eficiencia de la bomba e incluso dañarla. Si la correa se rompe por completo, no sólo el sistema de refrigeración de su automóvil dejará de funcionar por completo, lo que provocará daños potencialmente desastrosos en el motor, sino que también fallarán todos los demás componentes accesorios.
La dirección asistida o el aire acondicionado deja de funcionar
La bomba de agua de su automóvil no es el único accesorio del motor impulsado por la correa serpentina. La correa también es responsable de suministrar energía a varios otros componentes, incluida la bomba de la dirección asistida, el compresor del aire acondicionado y el alternador. Cada una de estas piezas es vital para los diferentes sistemas de su automóvil. La bomba de dirección asistida envía fluido hidráulico a través del sistema de dirección y ayuda a garantizar que el volante sea relativamente fácil de girar. El compresor de aire acondicionado es responsable de comprimir el refrigerante gaseoso a líquido antes de enviarlo al resto del sistema de aire acondicionado de su vehículo.
Si la correa serpentina no funciona correctamente o se daña, es posible que no pueda alimentar adecuadamente estos componentes. Cuando esto ocurre, puede experimentar problemas como un volante rígido, fuertes chirridos al girar el volante, enfriamiento intermitente de la cabina o falla total de ambos sistemas.
Luces de advertencia en el panel de instrumentos
Además de los problemas mecánicos y de rendimiento, es posible que notes que aparecen luces de advertencia en el panel de instrumentos si necesitas reemplazar la correa serpentina. En muchos casos, la luz podría ser una luz de advertencia de batería.

Esto se debe a que el alternador es uno de los componentes que obtiene su energía de la correa de transmisión. El alternador del motor es responsable de cargar la batería de 12 voltios mientras conduces, así como de suministrar energía a los componentes eléctricos del vehículo, como las luces, las ventanas eléctricas y la radio. Si la correa serpentina falla, es posible que el alternador no obtenga la energía que necesita para hacer su trabajo, lo que provocará una descarga de la batería y un mal funcionamiento de los componentes electrónicos.