Los neumáticos naturalmente pierden presión con el tiempo debido al desgaste regular. Sin embargo, si necesita inflar sus llantas todos los días y la luz del Sistema de monitoreo de presión de las llantas (TPMS) está constantemente encendida en el panel de instrumentos, es una clara señal de un problema más profundo. De esta forma podrías estar lidiando con un problema común que es más complicado de resolver. Para simplificar todo, descubra qué está causando que el neumático de su automóvil gotee lentamente.
Descubra qué está causando que el neumático de su automóvil pierda lentamente
Como su nombre indica, una fuga lenta se produce cuando el neumático pierde aire gradualmente, lo que provoca un pinchazo o un neumático desinflado. Este no es un problema que debas ignorar. Conducir con neumáticos poco inflados puede ser riesgoso. Un neumático desinflado puede afectar el equilibrio de su automóvil, haciéndolo más difícil de maniobrar y menos cómodo de conducir. Desgasta el neumático de forma más rápida o desigual, hace que el motor consuma más combustible y aumenta las posibilidades de que el neumático del coche falle, lo que puede provocar accidentes. Esencialmente, ignorar una fuga lenta podría comprometer su seguridad y la de otros conductores.
Inspeccionar el sello de la rueda y la llanta.
Un buen lugar para mirar cuando se trata de descubrir qué está causando la fuga lenta es alrededor del talón y el sello de la llanta. Si está familiarizado con las partes de un neumático de automóvil, sabrá que el sello del talón sujeta firmemente el neumático a la llanta. Es el área donde se unen el neumático y la llanta, lo que ayuda a mantener la presión del neumático y mantenerlo inflado correctamente.
Sin embargo, cuando hay algún problema con el sello del talón o la llanta, se crea un orificio para que escape el aire. No en explosiones, sino en infiltraciones paulatinas. Si el sello del talón no está instalado correctamente o si hay acumulación de suciedad, esto podría causar un problema. Además, conducir con brusquedad y golpear bordillos, baches y baches puede crear pequeños huecos o grietas en la llanta que permiten que se escape el aire.
Una grieta o abolladura en la llanta puede ser más obvia cuando la revisas. Pero para confirmar si el sello de cuentas tiene pequeños desgarros, aplique agua con jabón en el área. Si burbujea, has encontrado la fuga.
Compruebe si el vástago de la válvula tiene algún problema.
El vástago de la válvula es una parte pequeña pero muy importante del neumático, que consta del núcleo del vástago de la válvula y la tapa. Por lo general, regula la presión del aire de los neumáticos y controla cómo el aire entra o sale de los neumáticos. Cuando es necesario inflar el neumático, aquí es donde se conecta la bomba.
Un problema con cualquier parte del vástago de la válvula puede provocar una fuga lenta. Si la tapa desaparece, el núcleo del vástago de la válvula es vulnerable a la suciedad y la humedad, que pueden acumularse y deformar el vástago de la válvula. Cuando el vástago de la válvula se deforma, puede agrietarse o volverse quebradizo. Con el tiempo, pierde su sello y comienza a dejar salir el aire lentamente. A veces, el núcleo del vástago de la válvula puede aflojarse o fallar debido al desgaste, lo que también puede provocar una fuga lenta.
¿Cómo saber si el vástago de la válvula está defectuoso? La primera señal perceptible es cuando la goma parece desgastada o el pasador tiene grietas visibles. Nuevamente, el método del agua con jabón puede resultar útil. Rocíe la mezcla de agua sobre el núcleo del vástago de la válvula mientras la tapa está quitada y, si burbujea, es una señal de que la válvula tiene una fuga.
Compruebe que no haya pequeños agujeros en el neumático.
Con un pinchazo grande, es posible que notes un corte o escuches un fuerte silbido cuando algo perfora el neumático con fuerza y brusquedad. Sin embargo, no todos los objetos afilados causan una abolladura grande y perceptible de inmediato. Objetos como pequeñas piedras, clavos y tornillos pueden crear pequeños agujeros y alojarse en su posición, lo que hace que los neumáticos pierdan presión lentamente.
Con el tiempo, a medida que continúa conduciendo, la presión de los neumáticos disminuye y el TPMS de su automóvil puede alertarlo.
Dependiendo del tamaño del objeto y de la magnitud del daño, es posible que sea posible parchar el neumático. La solución más rápida suele ser un parche y un amortiguador. Aunque es una solución rápida, hay que tener en cuenta si el pinchazo se puede reparar y si realmente es rentable parchar un neumático.
Ahora ya sabe cómo saber dónde (y si) hay una fuga lenta en los neumáticos de su automóvil.