Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford en California ha dedicado los últimos dos años a estudiar los patrones de degradación de las baterías de los coches eléctricos. Las conclusiones de este estudio son muy alentadoras y reemplazan algunas opiniones formadas previamente.
El estudio en cuestión concluyó que las baterías de los coches eléctricos pueden durar hasta un 40% más con un uso dinámico. En otras palabras, el uso normal del coche resultó ser más beneficioso para la salud de la batería que los ritmos constantes de carga y descarga.
Utilizar un coche eléctrico sin complicaciones es más beneficioso para la batería
Para este estudio, los investigadores examinaron la longevidad de 92 baterías de iones de litio. Para ello se estudiaron diversos perfiles, como la carga y descarga brusca de baterías, la carga y descarga controlada o comportamientos similares a los de quienes utilizan su coche a diario.
Contrariamente a algunas de las creencias establecidas hasta ahora, el uso sencillo de los coches eléctricos resulta más beneficioso para las baterías envejecidas. Es decir, escenarios como parar/arrancar la conducción en ciudad o tener el coche aparcado en el garaje unas horas es la opción más recomendable.
«Para nuestra sorpresa, la conducción real, con aceleraciones frecuentes, frenadas que cargan un poco las baterías, detenerse para ir a una tienda y dejar reposar las baterías durante horas seguidas, ayuda a que las baterías duren más de lo que pensábamos según las pruebas de laboratorio estándar de la industria. prueba.»
En un escenario de uso como el anterior, los investigadores concluyeron que la batería podría durar alrededor de 1200 ciclos antes de alcanzar los límites recomendados. En cambio, una batería con un uso más controlado dura alrededor de 900 ciclos de carga.
Durante mucho tiempo se creyó que los picos de aceleración eran perjudiciales para la salud de las baterías. Es decir, era recomendable ser más suave con el pedal del acelerador para que la degradación de la batería fuera menor.
El estudio realizado por este grupo de investigadores demostró precisamente lo contrario. Descubrieron una correlación entre aceleraciones bruscas y cortas con una menor degradación de la batería.
Por lo tanto, si posee un automóvil eléctrico, no se preocupe demasiado por un estilo de conducción más suave para aumentar la duración de la batería. Este estudio aconseja utilizar el coche con normalidad, incluso si esto implica aceleraciones bruscas ocasionales, para maximizar la longevidad de la batería.