Puede estar surgiendo una nueva estrategia para tratar la enfermedad de Alzheimer, inspirada en un compuesto que se encuentra en las hierbas ordinarias. Es curioso que a veces las soluciones estén realmente cercanas. Esta vez, la solución o parte de ella para el Alzheimer puede estar en ácido carnosólico, presente en Rosemary y Sage.
El secreto en la lucha contra el Alzheimer puede estar en Rosemary
De hecho, este ácido es conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Sin embargo, en su forma pura, es inestable. Ahora, un equipo de investigadores de California ha podido sintetizar una versión estable de este compuesto, que ha mostrado resultados prometedores en los modelos de Alzheimer probados en ratas.
Las ratas que recibieron esta nueva versión mostraron mejoras en la memoria, un aumento en el número de sinapsis neuronales, menos inflamación y mayor eliminación de proteínas tóxicas asociadas con el Alzheimer.
Estos efectos cubren varios aspectos característicos de la enfermedad. Es conocido por destruir una gran cantidad de sinapsis y comprometer la comunicación entre las neuronas. Esto conduce a uno de los síntomas más evidentes: la pérdida de memoria.
Por lo tanto, uno de los grandes desafíos que enfrenta el equipo era encontrar una forma estable de ácido carnosólico que permaneciera activo en el cerebro suficiente tiempo para producir efectos. Después de numerosas pruebas, lograron desarrollar una versión diacetilizada (Diacca).
En el cuerpo, Diacca se convierte en ácido carnosólico antes de ingresar al torrente sanguíneo, donde mostró una absorción aproximadamente un 20% más alta que el ácido carnosólico puro. Una vez en el cerebro, alcanzó niveles terapéuticos en menos de una hora.
Una prueba importante
Para probar los efectos de esta sustancia, las ratas con una condición similar a la diacca recibida de Alzheimer o un placebo tres veces por semana durante tres meses. Los científicos analizaron el impacto en el tejido cerebral y evaluaron la memoria y la capacidad de aprendizaje de los animales.
Sin embargo, el compuesto no mostró signos de toxicidad en las ratas tratadas y pudo reducir la acumulación excesiva de proteínas asociadas con el daño causado por el Alzheimer.
«Con Diacca, logramos combatir la inflamación y el estrés oxidativo, lo que condujo a un aumento en el número de sinapsis en el cerebro», explica Lipton.
«Además, también podemos reducir la acumulación de proteínas mal dobladas o agregadas, como tau fosforilada y beta-amiloide, que están asociados con el desarrollo de Alzheimer y sirven como biomarcadores de la enfermedad».
Un camino prometedor
A pesar de los resultados alentadores, los investigadores advierten que esta sigue siendo una fase inicial de la investigación. Se requerirán ensayos clínicos para confirmar si Diacca tiene el mismo efecto en el cerebro humano.
Sin embargo, dado que el ácido carnosólico ya está reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, con estudios anteriores para sugerir beneficios en otras enfermedades, cree que este tratamiento puede tener aplicaciones en otras afecciones inflamatorias, como la diabetes tipo 2 y la enfermedad de Parkinson.
Además, existe el potencial de que se usen medicamentos basados en Diacca junto con otros tratamientos actualmente disponibles para Alzheimer. Como este compuesto es una versión modificada de una sustancia ya considerada segura para el consumo, los investigadores esperan que el proceso de desarrollar nuevos medicamentos se acelere.