Como dijimos hace unos días, el viernes negro ya no es lo que era. De hecho, ya no es lo que era en ninguna parte.
Al fin y al cabo, lo que normalmente ocurre en Portugal, donde vemos descuentos casi insignificantes, o descuentos que en realidad no existen porque los precios aumentaron en las semanas inmediatamente previas al inicio de la campaña… También pasó en la “casa” del Black Friday, es decir, ¡en Estados Unidos!
Esto es especialmente cierto en el mundo de la tecnología, ya que muchas tiendas guardan todo su stock en sus habitaciones con la expectativa de que todo, o casi todo, fuera a parar a los hogares de los consumidores, pero… eso no paso.
Ahora bien, es muy probable que muchas de estas tiendas tengan demasiado inventario. Lo que está claro es que habrá que hacer campañas más serias para despachar ese mismo stock.
¡El viernes negro fracasó! ¿Tendremos otro?
Por eso, en sus orígenes, el Black Friday se utilizaba para que las tiendas despacharan stock antiguo, o de difícil venta, para dar cabida a los nuevos productos que llegarían al mercado el próximo año.
Hoy en día, las cosas ya no funcionan así, el Black Friday funciona mucho más como un “hype” y no como una campaña seria. Precisamente por eso el Black Friday pasó de ser un día con increíbles descuentos, a muchas veces durar 1 o 2 meses, y por si fuera poco, son 1~2 meses con los mismos descuentos de siempre.
Desafortunadamente, este día ha perdido gran parte de su magia y, como tal, algunos productos ya no salen volando de los estantes como antes. Esto significa que muchas tiendas ahora tienen demasiado stock en sus estanterías o almacenes, lo que a su vez significa que esas mismas tiendas tienen un problema muy serio entre manos.
¡Esta acción debe desaparecer! Lo que resulta casi poético… El stock existe porque las tiendas no hicieron campañas decentes. Algo que ahora se verán obligados a hacer.
En definitiva, podría ser buena idea estar atentos a los precios, porque podría haber descuentos muy interesantes hasta final de año.