En los últimos días, el apagón global de los sistemas Microsoft Windows ha dado mucho que hablar, gracias a la fallida actualización del software CrowdStrike. Ante las molestias que afectaron a millones, parece que la empresa tuvo una idea para disculparse: ¿qué pasa con la comida?
Parece mentira, pero es verdad. Según el New York Post, CrowdStrike está enviando vales por valor de unos 10 euros para utilizar en Uber Eats. Juicios de valor aparte, una cosa es cierta: es una forma, al menos creativa, de pedir disculpas.
El correo electrónico enviado por Crowd Strike
Ante el problema, el 19 de julio, la empresa de software asociada a Microsoft envió un correo electrónico a todos los “socios de CrowdStrike”. Durante ese mismo correo electrónico, la empresa también explicó la oferta.
«Para expresar nuestro agradecimiento, la próxima taza de café o merienda correrá por nuestra cuenta», dice el mensaje, con un código de promoción de Uber Eats adjunto.
El problema con esta oferta es que, aparentemente, es posible que CrowdStrike tenga que disculparse nuevamente por esta misma disculpa. Esto es así, pues algunos usuarios de X, antes Twitter, están reportando que ni siquiera el cupón de Uber Eats funciona como debería.
“Dos horas después, el código se cancela y los $10 se eliminan de la cuenta de Uber Eats. Es una forma interesante de pedir disculpas a tus socios”, escribe un usuario de X, citado por la misma fuente.
La distinción entre “clientes” y “socios” en este contexto
Un aspecto que causó cierta confusión fue que los propios destinatarios recibieron el cupón. Por esta razón, CrowdStrike decidió aclarar malentendidos y explicar a quién realmente envía las tarjetas Uber Eats.
“CrowdStrike no envió tarjetas de regalo a clientes ni consumidores. Se lo enviamos a nuestros compañeros de equipo y socios que han estado ayudando a los consumidores en esta situación. Uber lo marcó como fraude debido al alto índice de uso”, dijo un representante de la empresa.
Después de todo, hubo alrededor de 8,5 millones de dispositivos que sufrieron este apagón de Microsoft. Como explica el New York Post, para dar una idea real del problema, varios pasajeros quedaron atrapados en los aeropuertos y muchos hospitales quedaron en alerta.
Hablando de hospitales, el Hospital Amadora-Sintra, en Portugal, fue uno de los que acusó este fallo global del sistema. Debido a varios casos como este, el director ejecutivo George Kurtz refuerza su pesar por lo sucedido y dice que «comprende la gravedad y el impacto de la situación».