La Inteligencia Artificial (IA) representa avances que eran inimaginables hace un tiempo. Sin embargo, también supone un gran gasto energético. La persona que se refiere a ello es el director ejecutivo de Arm, René Haas.
En declaraciones realizadas a The Wall Street Journal, Haas destacó los costes que tiene la IA. Según él, para el año 2030, la Inteligencia Artificial podría ser responsable del 25% del gasto energético en Estados Unidos.
Además de esta afirmación de René Haas, se sabe que ChatGPT, por ejemplo, consume 2,9 vatios por hora por cada solicitud realizada por un usuario. En términos comparativos, son 10 veces más que la energía gastada en las búsquedas de Google (a través de Adrenaline).
Según la misma fuente de información, la tendencia actual es insostenible. Dicho esto, el director general de Arm encuentra dos alternativas para abordar este “déficit” energético.
La primera solución es encontrar un sistema de eficiencia energética mucho más mejorado. La segunda solución, a su vez, pasa por disponer de normas capaces de controlar este uso excesivo.
Actualmente, la IA es responsable del gasto del 4% de la energía en EE.UU.
Según lo que se sabe actualmente, se estima que los centros de datos de IA en Estados Unidos son responsables de alrededor del 4% de la energía gastada. Del 4% al 25% aún queda camino por recorrer, pero René Haas cree que es posible que eso suceda.
En este sentido, el propio país ya ha identificado el problema energético relacionado con la IA. Por ello, Estados Unidos está estudiando actualmente nuevas soluciones. Una alternativa, que actualmente se está analizando, podría ser el uso de energía nuclear.
Para ofrecer un ejemplo más sencillo, Adrenaline presenta algunos casos tangibles. Tomando Sora, el software de vídeo de OpenAI, consume al menos una GPU Nvidia H100 por hora. Todo esto por cada cinco minutos de vídeos producidos.
Grok 3, según la misma fuente, podría gastar alrededor de 10.000 GPU sólo para entrenar la plataforma.
Datos recientes dicen que Estados Unidos generó alrededor de 4,24 billones de kilovatios-hora, para un consumo de 3,9 en la misma escala. Aún así, el 22% de estos se lograron a partir de energías renovables, según afirma la Administración de Información Energética (EIA).