Probablemente te hayan dicho que no salgas a la calle en invierno con el pelo mojado o sin abrigo porque te resfriarás. Pero, ¿es cierto que el frío provoca gripe y resfriados?
Lo primero que debes saber es que tener frío no es la razón por la que te resfrías. Pero es cierto que el clima frío facilita el contagio de virus respiratorios como el resfriado y la gripe. Las investigaciones también muestran que las temperaturas más frías están asociadas con tasas más altas de COVID-19.
Muchos virus, incluido el rinovirus (el culpable común del resfriado común), la gripe y el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, siguen siendo infecciosos por más tiempo y se replican más rápidamente a temperaturas más frías y con niveles de humedad más bajos.
Esto, junto con el hecho de que las personas pasan más tiempo en interiores y en contacto cercano con otras personas durante el clima frío, son razones comunes por las que es más probable que los gérmenes se propaguen.
La gripe y el virus respiratorio sincitial, o RSV, tienden a tener una estacionalidad definida en el otoño y el invierno.
Sin embargo, debido a la aparición de nuevas variantes de COVID-19 y a la disminución de la inmunidad de infecciones y vacunas anteriores con el tiempo, el COVID-19 no es el típico virus respiratorio de clima frío. Por ejemplo, las tasas de infección por COVID-19 han aumentado cada verano desde 2020.
La transmisión del virus es más fácil cuando hace frío
Más concretamente, el clima frío puede alterar la membrana exterior del virus de la gripe, haciéndola más sólida y elástica. Los científicos creen que esta capa de goma facilita la propagación del virus de persona a persona.
No es sólo el aire frío del invierno el que causa problemas. El aire seco, además de frío, se ha relacionado con brotes de gripe. Esto se debe a que el aire seco del invierno ayuda a que el virus de la gripe permanezca infeccioso por más tiempo. El aire seco, común en invierno, hace que el agua que se encuentra en las gotitas respiratorias se evapore más rápidamente. Esto da como resultado partículas más pequeñas, que pueden durar más y viajar más lejos después de toser o estornudar.
También es muy importante cómo reacciona su sistema inmunológico durante el clima frío. La inhalación de aire frío puede afectar negativamente la respuesta inmune del tracto respiratorio, lo que facilita la instalación de virus. Es por eso que usar un pañuelo sobre la nariz y la boca puede ayudar a prevenir un resfriado, porque calienta el aire que respira.
Además, la mayoría de las personas reciben menos luz solar en invierno. Esto es un problema porque el sol es una fuente importante de vitamina D, que es esencial para la salud del sistema inmunológico. La actividad física, otro factor, también tiende a disminuir durante el invierno. Las personas tienen tres veces más probabilidades de posponer el ejercicio en condiciones de nieve o hielo.
En cambio, la gente pasa más tiempo en casa. Esto suele significar un contacto más estrecho con otras personas, lo que conduce a la propagación de enfermedades. Los virus respiratorios generalmente se propagan a menos de 2 metros de una persona infectada.
Además, las bajas temperaturas y la baja humedad resecan los ojos y las mucosas de la nariz y la garganta. Dado que los virus que causan los resfriados, la gripe y el COVID-19 suelen ser inhalados, el virus puede adherirse más fácilmente a estos conductos secos y debilitados.
¿Cómo protegerse?
Lávese las manos con frecuencia.
Evite tocarse la cara, algo que la gente suele hacer.
Mantente hidratado.
Consuma una dieta equilibrada. Las verduras de hojas verde oscuro son ricas en vitaminas que apoyan el sistema inmunológico, mientras que los huevos, la leche, el salmón y el atún tienen vitamina D.
Manténgase físicamente activo, incluso durante el invierno.