Si miras los smartphones más populares del mercado en los últimos 4 o 5 años, que muy probablemente te llevarán a las gamas superiores de Samsung y Apple, seguro que notarás que siguen la misma tendencia de “como un equipo que Si ganas, no te mueves”.
Esto no siempre fue así para estos dos fabricantes, porque, a pesar de que Apple siempre prefirió cambiar poco, hubo un momento en el que Samsung prefirió arriesgarse, intentando hacer las cosas un poco diferentes. Lamentablemente este ya no es el caso.
Es decir, los dos viejos rivales encontraron un diseño que les gusta y, por eso, todas las nuevas generaciones se basan en simples mejoras técnicas, además de uno o dos toques de diseño. Lo suficiente como para no ser 100% igual. (Lo que a su vez influye también en el mundo de los complementos, porque esas pequeñas diferencias implican la compra de nuevas fundas, nuevas películas, etc…)
Así, aunque esto todavía no ha sucedido con los fabricantes chinos, los tiempos de smartphones completamente diferentes en todas las generaciones, o al menos cada 2 años, parecen haber llegado a su fin.
¿Es esto una señal de una plataforma madura o es simplemente una “falta” de voluntad por parte de los fabricantes?
¿Están Samsung y Apple en el mismo barco de falta de innovación? ¿Por qué?
¿Qué es una plataforma madura?
Es algo que podemos ver en muchos otros mercados.
Por ejemplo, el mundo de los portátiles tampoco ha experimentado grandes evoluciones de generación en generación, y hasta la masificación de los coches eléctricos, el mundo del automóvil tampoco los tuvo durante muchas largas generaciones.
La realidad es que el smartphone, como dispositivo electrónico, ha dejado atrás los tiempos experimentales. Es una plataforma madura, imprescindible para los usuarios, y que de hecho ya no tiene mucho que “inventar” o “innovar”.
No hay mucho que hacer más que mejorar los niveles de rendimiento, añadir más o menos cámaras, reducir los márgenes alrededor de la pantalla, aumentar o disminuir las dimensiones y, por supuesto, invertir mucho en software. El problema es que las apuestas por el software no llaman la atención de nadie, razón por la cual los usuarios son mucho más críticos con lo que hacen los “grandes”.
Incluso en el aspecto del rendimiento puro y duro, las cosas se están poniendo «quietas». Sí, los Snapdragon 8 Elite o A18 Pro son mucho más potentes y eficientes respecto a chips que tienen 4 o 5 años.
Pero… ¿Respecto a las versiones del año pasado? La diferencia es insignificante.
De hecho, todo el “bombo” que ahora rodea a los teléfonos inteligentes Air y Slim es una señal de los tiempos.
Los fabricantes quieren que usted se entusiasme con los teléfonos inteligentes que ahora son 1 o 2 milímetros más delgados. Algo increíble… Porque lo más probable es que metas este celular súper delgado dentro de una funda gruesa y pesada.
Los tiempos han cambiado, ¡así que tú también tienes que cambiar!
A todos nos encanta saber más sobre la última tecnología y, por supuesto, tener a nuestra disposición el hardware más potente del mundo. Pero la realidad es que esto ya no tiene sentido. Puedes, y debes, mantener el mismo smartphone en tu bolsillo durante 2, 3, 4 o, si es posible, 5 años.
La diferencia será insignificante y, quizás lo más importante, los ahorros que obtendrá serán, de hecho, muy significativos.
De hecho, es exactamente por eso que todos los fabricantes comenzaron a ofrecer actualizaciones durante 5, 6 y 7 años y, obviamente, también es por eso que los precios de los teléfonos inteligentes siempre están aumentando.
La gente, poco a poco, cambia cada vez menos de móvil y, por ello, los fabricantes han tenido que recaudar más dinero cada vez que vas a la tienda a cambiar de smartphone.
Pero… ¡Apple no es Samsung!
Si ve las cifras de ventas más altas cada año, sabrá que Apple tiene mucho más éxito en esta forma de hacer las cosas. Lo cual no es una coincidencia. Apple no vive sólo de especificaciones técnicas, ni de grandes innovaciones.
El iPhone tiene éxito porque, además de ser un smartphone potente, es una “cosa” muy deseable, que da estatus, y que está dentro del mundo del estilo de vida. Samsung lleva muchos, muchos años intentando hacer esto, pero sigue fracasando.
De hecho, esta es la razón por la que Samsung invierte cada vez más en personas influyentes para mover productos, en lugar de confiar únicamente en el rendimiento y la calidad. Lo cual es genial, es interesante, pero también preocupante. Porque un fabricante que invierte demasiado en influencers es una marca que parece estar perdiendo confianza en su capacidad para vender sola y porque merece vender.