Mucho se ha hablado en los últimos meses sobre el interés de Vodafone por adquirir Nowo. Parece que esta historia tiene ahora su último capítulo con el ‘liderazgo’ de la Autoridad de Competencia (AdC) en esta compra.
“La Autoridad de Competencia adoptó una decisión que prohíbe la adquisición por parte de Vodafone Portugal del control exclusivo sobre Cabonitel, incluido, en particular, Nowo”, se lee en un comunicado.
Cabe señalar que la AdC optó por no autorizar la transacción. Éste considera que la fusión de ambos operadores podría crear «obstáculos importantes» a la competencia efectiva en los mercados identificados. Y como tal, perjudica a los consumidores.
Uno de los argumentos es el hecho de que Nowo ha obtenido “recientemente, a través de la subasta para la asignación de frecuencias 5G, espectro radioeléctrico que le permitirá desarrollar su propia red de telecomunicaciones móviles”. Algo que no había sucedido hasta entonces.
AdC teme un aumento del poder de mercado de Vodafone y sus principales competidores
Esta concentración “tendría como resultado impactos perjudiciales para los consumidores de telecomunicaciones en Portugal”. En concreto porque se produciría un “aumento del poder de mercado de Vodafone y sus principales competidores”.
En el Parlamento, Nuno Cunha Rodrigues, presidente de la Autoridad de Competencia, ya había mencionado las mismas razones para no concretar el acuerdo. El cambio no sólo reforzaría el poder de Vodafone, sino también del resto de MEO y NOS que dominan el mercado.
También se menciona que Nowo “ejerce una presión competitiva importante sobre otros operadores del mercado”. Una posible concentración aumentaría los precios de los productos Nowo, los precios de los productos Vodafone y otros operadores del mercado.