A veces, la velocidad de centrifugado de la lavadora está determinada por el ciclo que utiliza. Sin embargo, si tienes que configurar manualmente la velocidad de tu lavadora, hay algunas cosas que debes saber.
Lavadora: ¿cuál es la mejor velocidad de centrifugado?

¿Qué es girar en una lavadora?
La función de centrifugado de la lavadora se encarga de eliminar el exceso de agua tras el lavado. El proceso es muy simple. El tambor de la lavadora gira a gran velocidad, creando una fuerza centrífuga que hace que salga agua de la ropa.
¿Cómo se mide?
La velocidad de centrifugado se mide en RPM (revoluciones por minuto). Es decir, el número de veces que gira el tambor en un minuto. Las velocidades de centrifugado más altas son adecuadas para una limpieza más profunda y para eliminar manchas. La velocidad también aumenta el tiempo de secado, reduciendo así el tiempo que pasa la ropa en la secadora y ahorrando energía. Las velocidades de centrifugado más bajas proporcionan menos agitación, por lo que son mejores para el cuidado de las telas y evitarán que las prendas delicadas se arruguen demasiado. Sin embargo, las velocidades de centrifugado más bajas también tienen menos poder de limpieza y eliminación de manchas.
No olvides la temperatura
Muchos ciclos de lavadora también te permiten elegir la temperatura junto con el ajuste de velocidad. Elegir la temperatura correcta es muy importante para garantizar que tu ropa no encoja ni se dañe durante un ciclo. Las etiquetas de cuidado generalmente incluyen la temperatura más alta que se debe usar en una prenda, pero aún así es muy útil familiarizarse con los ajustes de temperatura.
Los lavados a 60°C o más son mejores para eliminar manchas difíciles y altos niveles de bacterias. Las temperaturas cálidas, de unos 40°C, son las mejores para las prendas que están en contacto directo con el cuerpo, como la ropa interior. Para prendas con suciedad de ligera a moderada se deben utilizar lavados en frío, que varían entre 15°C y 30°C. Lavar a temperaturas más bajas también ayuda a proteger la ropa y las prendas de colores brillantes para que no se decoloren o tiñen otras prendas.