Ha habido una tendencia creciente a cambiar a eSIM, especialmente para aquellos con un iPhone. Es cierto que parece una buena idea. Al menos sobre el papel. Esto se debe a que ya no tenemos que lidiar con tarjetas físicas. Sin embargo, no todo es tan perfecto. De hecho, si quieres pasarte a la eSIM debes tener en cuenta algunas desventajas.
Ojo: ¡cambiar a eSIM puede tener muchas desventajas!
Incomodidades al cambiar de dispositivo
Cambiar de teléfono con una tarjeta SIM física es sencillo. Así que simplemente retira la SIM de tu dispositivo anterior, colócala en uno nuevo y toda tu información, como tu número de teléfono y contactos (si están almacenados en la SIM), se transfiere instantáneamente. Sin embargo, debes seguir varios pasos al cambiar de dispositivo con eSIM.
Si cambias de dispositivo con frecuencia, la eSIM puede ser una molestia.
La eSIM no es ideal para viajar
Usar una eSIM mientras viaja puede parecer conveniente, ya que puede comprarla fácilmente y activarla al llegar, pero la realidad dista mucho de eso. Muchos países y operadores aún no admiten eSIM de forma nativa. Por lo tanto, cuando viajas a una determinada ubicación es posible que no puedas conectarte a una red.
La eSIM requiere una conexión a Internet para activarse
Una desventaja importante de las eSIM es que requieren una conexión a Internet para activarse. A diferencia de las tarjetas SIM físicas, que comienzan a funcionar inmediatamente después de insertarse en un dispositivo, las eSIM deben descargarse y activarse en el dispositivo después de escanear el código QR. Esto se convierte en un problema si se encuentra en una situación en la que necesita acceso inmediato a servicios móviles pero se encuentra en un área con acceso limitado a Internet, como cuando viaja.
Los proveedores de servicios de red pueden encontrarlo fácilmente
Si bien las eSIM facilitan la activación de planes mientras viaja (dado que tiene todo lo que necesita), también tienen una desventaja. Las eSIM facilitan que los proveedores de la red rastreen su ubicación y actividad. A diferencia de las tarjetas SIM físicas, que se pueden quitar fácilmente de un dispositivo, una eSIM está directamente en el dispositivo. Esto significa que mi teléfono celular siempre está conectado a la red, lo que facilita a los proveedores monitorear mis movimientos.