Los vehículos autónomos representan un avance tecnológico revolucionario que tiene el potencial de remodelar la industria automotriz y la forma en que viajamos. En esencia, la conducción autónoma tiene como objetivo reducir el error humano, aumentar la seguridad vial y mejorar la eficiencia del transporte. Sin embargo, todavía estamos lejos del nivel que muchos consideran ya alcanzado. Pero ¿cuáles son los diferentes niveles de conducción autónoma?
¿Qué significan los diferentes niveles de conducción autónoma?
Nivel 0: sin automatización
En el nivel 0, el vehículo no tiene capacidades autónomas. El conductor humano es el único responsable de todos los aspectos de la conducción, desde girar y acelerar hasta frenar y controlar el entorno. Los vehículos tradicionales sin funciones de asistencia al conductor entran en este nivel.
Nivel 1 – Asistencia al conductor
El nivel 1 introduce sistemas básicos de asistencia al conductor que ofrecen automatización limitada. Estos sistemas ayudan al conductor a controlar funciones específicas, pero no sustituyen al ser humano como principal tomador de decisiones. Los ejemplos incluyen el control de crucero adaptativo, que ajusta automáticamente la velocidad del vehículo en función del tráfico circundante, y el asistente de mantenimiento de carril, que ayuda al conductor a mantener el automóvil dentro de su carril.
Nivel 2 – Automatización parcial
El nivel 2 marca un avance significativo en autonomía, permitiendo que el vehículo controle simultáneamente la dirección y la aceleración/desaceleración en determinadas condiciones. Sin embargo, el conductor humano debe permanecer involucrado y monitorear activamente el entorno de conducción. Aunque el automóvil puede realizar algunas tareas, no puede realizar todos los aspectos de la conducción sin la intervención humana. El Autopilot de Tesla y el Super Cruise de GM son ejemplos de sistemas de nivel 2 disponibles en el mercado.
Nivel 3 – Automatización condicional
El nivel 3 da un salto notable hacia la conducción totalmente autónoma. En esta etapa, el vehículo puede gestionar la mayoría de las tareas de conducción de forma independiente y tomar decisiones basadas en datos en tiempo real. El conductor humano aún debe estar presente y estar preparado para tomar el control si el sistema encuentra situaciones que no puede resolver. Sin embargo, el conductor ya no podrá estar bajo vigilancia continua durante condiciones de conducción específicas definidas por el fabricante.
Nivel 4 – Alta automatización
El nivel 4 representa un hito importante en el que el vehículo puede operar de forma autónoma sin intervención humana bajo ciertas condiciones predefinidas. A diferencia del nivel 3, los AV de nivel 4 pueden manejar situaciones críticas incluso sin intervención humana. Sin embargo, su dominio operativo está restringido a áreas geográficas específicas o rutas bien cartografiadas, conocidas como entornos geocerrados. Además de estas áreas, aún puede ser necesaria la intervención humana. Los vehículos autónomos de nivel 4 tienen el potencial de revolucionar el transporte en áreas urbanas, permitiendo compartir flotas autónomas.
Nivel 5: automatización total
El último nivel de autonomía, el Nivel 5, representa el Santo Grial de la tecnología de conducción autónoma. En esta etapa, los vehículos son totalmente autónomos en todas las condiciones y no se requiere intervención humana para conducirlos. Pueden operar en cualquier lugar al que pueda llegar un vehículo tradicional conducido por humanos, desde calles urbanas densas hasta áreas rurales remotas. Los AV de nivel 5 eliminarán la necesidad de volantes, pedales y otros controles tradicionales del conductor, permitiendo diseños interiores innovadores centrados en la comodidad y conveniencia de los pasajeros. Si bien el Nivel 5 sigue siendo una visión para el futuro, alcanzar este nivel transformaría profundamente la sociedad y el transporte tal como los conocemos.