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Como sabes, un nuevo juego del equipo Pat Morita siempre es un gran evento en la escena ZX Spectrum. Con Antonio Pérez al frente, el juego de este equipo suele alcanzar un nivel muy alto, rozando casi la perfección. Y eso es lo que ocurre con Penguin Attack, una obra un poco diferente a lo que nos tenían acostumbrados en ellos, pero sorprendente y con todos los predicados para volver a cautivar al más exigente de los jugadores.
Retro: Revisión del ataque del pingüino para el ZX Spectrum
Luego asumimos el papel de un amigable pingüino, Pinwi, que tiene que salvar a su amada de las garras de una peligrosa pandilla, los “Black Pingus”, que también están aterrorizando a los pacíficos ciudadanos de Pinwiland. Y la forma de hacerlo es, a lo largo de 21 niveles, golpear con bolas de nieve todo lo que se mueve (y también lo que no se mueve, es decir, los objetivos que aparecen en los niveles de bonificación). Un poco como Cabal, el clásico de Jim Bagley, en el que tendremos que eliminar un número determinado de enemigos hasta poder avanzar al siguiente nivel. Y el hecho de que, en lugar de soldados, como en el último juego, tengamos pingüinos y otros animales, ayuda a que Penguin Attack sea tan atractivo como este, sin el dilema moral de matar a otros seres.
Los primeros niveles son relativamente pacíficos.
Los enemigos aparecen lentamente, dándonos tiempo a posicionarnos en el lugar adecuado para golpearlos como una bola de nieve. Tenemos la posibilidad de disparar en horizontal y vertical, pero también, y esto es muy importante, en diagonal. De hecho, en los niveles más avanzados, donde los enemigos además de ser más peligrosos aparecen con mayor frecuencia, tenemos poco tiempo para posicionarnos en la mejor ubicación, sobre todo porque los oponentes también nos disparan. Así que el truco consiste en intentar golpear a los enemigos con bolas de nieve disparadas en diagonal, ya que estamos menos expuestos a los disparos enemigos. Además, en ocasiones se encuentran en lugares debidamente protegidos, donde no queda otra alternativa que disparar en diagonal.
Pero nuestro pingüino tiene un as bajo la manga. Así, pulsando la tecla hacia abajo y uno de los laterales, bajamos y nos deslizamos en esa dirección evitando las bolas de nieve que nos disparan. Es bueno que dominemos esta técnica a la perfección, ya que es la única forma de evitar ser golpeados por los enemigos. Si algunos sólo se mueven al cabo de unos segundos, otros, en niveles más avanzados, están en constante movimiento, disparando bolas de nieve como si fueran balas de ametralladora. No nos queda otra alternativa que estar en constante movimiento, disparando, preferiblemente con precisión, en los pocos momentos que nos encontramos de pie. También podremos intentar acertar en otros objetivos inofensivos que aparecen en pantalla y que contribuyen a aumentar nuestra puntuación. Y la puntuación representa vidas, por eso es bueno estar al tanto de todo.
Los escenarios son magníficos y no es casualidad que inmediatamente recuerde al blanco y negro. O no fue el mismo artista gráfico en ambos juegos.
De hecho, gráfica y musicalmente roza la perfección, a la que también nos acostumbramos siempre que hablamos de Pat Moita Team.
Sin embargo, el juego no está exento de críticas. No en su implementación, ya que no hay nada que decir en ese terreno, sino en el concepto del juego en sí, al que le falta cierta profundidad. Así, los niveles se reducen a disparar a izquierda y derecha, evitando los disparos enemigos. Si para los puros “arcaders”, este juego tiene todos los ingredientes que buscan, aquellos a los que les gustan los desafíos un poco más cerebrales, a veces saben un poco. Y los 21 niveles, a pesar de su dificultad, tarde o temprano son superados. Entonces habrá menos motivos para volver a cargar Penguin Attack. Pero hasta entonces tendremos que tirar muchas pelotas.
Penguin Attack es, pues, otro excelente trabajo de un equipo que ya nos ha acostumbrado a lo mejor. En los 80 sería “Mega Jogo” en cualquier revista especializada (como Your Sinclair o Sinclair User). Y por aquí también está “Mega Jogo”, y no podía ser de otra manera. Esperemos ahora la edición física, preferiblemente en caja, como Tokimal o Shovel Adventure.
El juego se puede descargar aquí.