La tecnología está en todas partes en los vehículos modernos, pero no todos son iguales. Algunos son mucho más útiles que otros y pueden tener un gran impacto en el rendimiento y la conducción. El sistema del que vamos a hablar a continuación es el start-stop. Un sistema diseñado para reducir el consumo de combustible. Con los altos precios actuales de la gasolina, cualquier cosa para ahorrar unos dólares es bienvenida, ¿verdad? ¿Pero sabes cuánto ahorra dinero el sistema start-stop en diez años?
¿Sabe cuánto ahorra dinero el sistema start-stop en diez años?
¿Qué es exactamente?
El sistema start-stop no sólo reduce el consumo de combustible, sino que también reduce las emisiones de gases de escape al apagar el motor cuando está en ralentí o al desacelerar a baja velocidad (menos de 8 km/h). El motor arranca automáticamente tan pronto como el conductor suelta el pedal del freno.
Este sistema, utilizado a menudo en vehículos híbridos, ahora se encuentra en modelos más tradicionales. Combina controles electrónicos inteligentes con una batería de alta resistencia, un alternador y un motor de arranque para un funcionamiento suave y para compensar arranques adicionales y mayores necesidades de electricidad.
El sistema start-stop en ralentí se puede desactivar manualmente presionando un botón que a menudo se encuentra en el panel de instrumentos o en la consola.
Sin embargo, cuando hace calor, el aire acondicionado sigue funcionando con el motor apagado si el compresor del aire acondicionado del vehículo utiliza un motor eléctrico alimentado por una batería. En otros vehículos, este compresor deja de funcionar cuando el motor se para, pero el ventilador sigue soplando aire.
Sin embargo, cuando hace frío, el sistema normalmente se desactiva. Como el rendimiento de la batería se ve afectado por las bajas temperaturas, los fabricantes optaron por evitar posibles problemas de arranque por falta de energía.
¿Qué tan útil es?
La tecnología start-stop puede reducir el consumo de combustible en ciudad entre un 4% y un 10% o más. Pero todo esto depende, por supuesto, de las condiciones de conducción y de la forma de conducir. En definitiva, será útil para unos e insignificante para otros.
Sin embargo, los estudios más recientes revelan que el ahorro de combustible que permite esta tecnología en un periodo de diez años se sitúa entre 340 y 2.000 euros.
Tenga esto en cuenta cuando esté buscando su próximo vehículo…