Aunque Nokia se vendió hace unos años, parece que la marca finlandesa, que alguna vez fue un gigante en el mercado de la telefonía móvil, vuelve a estar en problemas. Hay varias soluciones sobre la mesa para resolver la mala situación financiera y una de ellas incluye, sorprendentemente, a Samsung.
Samsung quiere tener una posición sólida en infraestructuras de telecomunicaciones

El interés de Samsung por adquirir Nokia tiene un objetivo concreto. El gigante surcoreano quiere conseguir una posición sólida en infraestructuras de telecomunicaciones. Y digamos que la adquisición de Nokia ni siquiera arruinará las finanzas de Samsung.
Todo porque los activos de redes móviles de Nokia están valorados en 10 mil millones de dólares, alrededor de 9 mil millones de euros, una cantidad considerada baja para la realidad financiera de un gigante global como Samsung.
Si bien Nokia logró recuperar algo con la implementación de infraestructura 5G para varios operadores, esta inversión en red ha ido disminuyendo y, en consecuencia, dando menos ganancias a la marca finlandesa.
Por este motivo, Nokia ahora busca otros caminos que podrían pasar por ser adquirida por Samsung, así como fusionarse con algún competidor. Toda esta información la publica la agencia de noticias Bloomberg.
Nokia sigue apostando por el área de Redes Móviles
Incluso la conocida agencia de noticias logró obtener una declaración de Nokia al respecto, pero lamentablemente fue de poca (o ninguna) utilidad.
«Nokia se centra en garantizar que Mobile Networks esté posicionada para servir a sus clientes mediante la construcción de las redes de mejor rendimiento, la inversión en su cartera y la creación de valor para los accionistas de Nokia».
Por su parte, Samsung ni siquiera se pronuncia al respecto. Este silencio se justifica por el hecho de que la propia Nokia aún no ha decidido cuál será la mejor solución para su futuro. Ahora, aguardamos más episodios, esperando que terminales clásicos como el 5210 o el 3310 sean restaurados con el interior debidamente adaptado al siglo XXI.