Estar en una posición incorrecta durante mucho tiempo puede desencadenar una serie de problemas de salud, por lo que es importante solucionar las malas posturas antes de que se manifiesten. Además, sentarse en una determinada posición puede provocar ansiedad e insomnio.
Se advierte a las personas que pasan tiempo sentadas frente a un escritorio sobre los riesgos para la salud asociados con una mala postura. Esto puede provocar una serie de efectos secundarios desagradables con el tiempo.
De hecho, los expertos en salud han observado que una mala postura prolongada puede provocar dolores de cabeza, insomnio e incluso ansiedad y depresión. Pero una posición sentada, en particular, se promociona como la más perjudicial para la salud en general.
El peor peligro es cuando te sientas con el cuello colgando.
Cuando la cabeza está inclinada hacia adelante (comúnmente conocida como «cuello tecnológico»), el peso efectivo de la cabeza aumenta exponencialmente debido al ángulo.
Por ejemplo, con una inclinación hacia adelante de 30 grados, el peso de la cabeza parece ser de 40 libras con respecto al cuello. Esta tensión antinatural provoca fatiga muscular, dolores de cabeza y dolor crónico de cuello.
De hecho, esta mala postura puede provocar dolores de cabeza “severos y punzantes” debido a la tensión prolongada en la cabeza, el cuello y la columna.
Esta tensión o incapacidad para relajarse también puede contribuir al insomnio, ya que el dolor de cuello y espalda resultante puede dificultar la relajación por la noche.
La ansiedad y la depresión también pueden ser efectos secundarios de una mala postura, ya que los estudios indican que encorvarse en una silla puede facilitar los pensamientos negativos, lo que provoca sentimientos de ansiedad y empeora el estado de ánimo.
¿Cuál es la mejor posición?
Para asegurarte de sentarte correctamente y evitar estos síntomas indeseables, debes adoptar la posición “S”, que evita que los músculos de la columna sean presionados por la gravedad.
Primero, siéntate mirando hacia adelante con los pies apoyados en el suelo.
Es posible que deba ajustar la altura de su silla para evitar que sus pies cuelguen o que sus rodillas se acalambren.
Asegúrese de que sus rodillas estén al nivel de sus caderas. Tus tobillos deben estar ligeramente por delante de tus rodillas.
Mantenga el contacto entre su espalda y el respaldo de la silla, utilizando una almohada si es necesario.