Sí, las tarjetas gráficas, además de ser cada vez más caras, son cada vez más grandes y pesadas. Algo curioso, porque a medida que los chips se vuelven más pequeños, la eterna búsqueda del rendimiento acaba derivando en soluciones de refrigeración más complejas, más grandes y más pesadas, todo con el fin de llevar los GHz a un nivel completamente nuevo.
¿Tarjetas gráficas que pesan 58 kg? ¡Una exageración para el marketing!
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Por ello, siguiendo esta idea, Gigabyte decidió lanzar placas base reforzadas con ranuras PCIe “Ultra Durable Armor”, que según él, son capaces de soportar tarjetas gráficas de hasta 58 kg. Una idea extraña, pero tiene poco sentido. Porque, con tanto peso, antes de que se rompiera la placa base, el PCB de la placa ya se había doblado por la mitad.
En otras palabras, es un diseño apuntado a un futuro extraño, que probablemente nunca será una realidad. Aún así, si quieres una placa base resistente, estos modelos tienen que estar bajo tus ojos.
Aún así, aunque obviamente es de esperar que una tarjeta gráfica nunca llegue a estos casos extremos, es innegable que se están volviendo pesadas y demasiado grandes para algunos casos, especialmente en los modelos más potentes. Los fabricantes deben centrarse más en la eficiencia y menos en el rendimiento puro y duro. Una tarjeta gráfica no puede doblarse, caerse, etc… Por su propio peso.