La primera lluvia del otoño trajo un fenómeno que intriga y asusta a muchos portugueses: de repente, los pequeños insectos con alas comienzan a aparecer en cocinas, balcones e incluso en interiores. Parecen salir de la nada, en grandes cantidades, y dejan a muchas personas para pensar: ¿son peligrosos?
¿Cuáles son estos misteriosos insectos de todos modos?
A pesar de la apariencia inesperada, no son cucarachas voladoras o plagas extrañas. Se llaman hormigas aladas, popularmente conocidas como hormigas de lluvia.
Siempre aparecen en este momento porque la combinación de lluvia + calor crea el escenario perfecto para el «vuelo nupcial» llamado, el momento en que los machos y las hembras dejan el hormiguero para aparearse y encontrar nuevas colonias.
¿Pero son peligrosos o no?
Buenas noticias: no representan un peligro para la salud humana.
No detectan, no transmiten enfermedades y no atacan.
Lo que los lleva a la casa es, sobre todo, las luces artificiales y el refugio que encuentran.
En la práctica, la molestia es solo visual: ver a docenas o cientos de ellos entrando en la ventana puede dar miedo, pero es un fenómeno temporal. Unas horas más tarde, la mayoría desaparece.
¿Por qué apareces justo después de la lluvia?
La explicación es simple:
Humedad en el aire: Facilita el vuelo y protege los cuerpos frágiles de estos insectos.
Temperatura leve: señal para la reproducción.
Instinto de supervivencia: Las colonias se sincronizan para liberar a miles al mismo tiempo, aumentando las hipótesis de éxito.
Es decir, no tiene mala suerte: Es la naturaleza perfectamente sincronizada en repetir un ciclo que ocurre cada año.
Lo que puedes hacer en casa
Si no te gusta verlos, hay algunos trucos que ayudan:
- Apague las luces exteriores en las noches después de la lluvia.
- Sella puertas y ventanas para evitar que ingrese el enjambre.
- Si ya ingresaron, use la aspiradora en lugar de insecticida. Esto es más efectivo y previene los productos químicos en el aire.
Curiosidades que casi nadie sabe
En algunos países, estas hormigas se consideran manjares e incluso se fríen o hornean.
Su llegada es, en varias culturas, un signo de abundancia y fertilidad.
El enjambre dura poco: los hombres mueren poco después del apareamiento y las hembras buscan lugares para encontrar nuevas colonias.
Por lo tanto, la próxima vez que vea estos insectos para llenar el balcón después de la primera lluvia, ya sabes: no son peligrosos, no son una plaga. Entonces son solo parte de un ciclo natural.
El riesgo real no está en ellos … pero no darse cuenta de cómo la naturaleza puede ser tan sorprendente y predecible al mismo tiempo.