
Hoy en día es muy fácil encontrar relojes inteligentes en la calle. Dejó de ser una curiosidad, algo diferente. Es banal. Pero cualquiera que mire relojes inteligentes ya habrá notado el patrón. Hay relojes buenos y caros, pero también los hay “buenos” pero baratos. Un Apple Watch o un Galaxy Watch cuesta rápidamente 400 euros. A su vez, un Amazfit cuesta la mitad. A veces ni siquiera eso.
La pregunta siempre surge. “¿Qué falta aquí?«La respuesta es simple. Faltan muchas cosas que la mayoría de la gente no usa.
- Fui al gimnasio sin mi reloj inteligente… ¡pero no fue necesario!
Amazfit no sigue el juego de Apple ni de Google

Este es el punto más importante y aquí es donde debemos centrarnos mucho.
Amazfit no utiliza Wear OS ni watchOS. Utiliza Zepp OS, su propio sistema ligero y cerrado.
Esto reduce costos en licencias, certificaciones, requisitos de hardware y todo lo que encarece un reloj sin mejorar la experiencia para quienes solo quieren ver notificaciones, entrenar y seguir su día.
Además, no tienes una tienda de aplicaciones completa. Tampoco tienes Spotify nativo en tu muñeca. Pero… Esto acaba sin marcar una gran diferencia en la vida cotidiana.
Software menos pesado, más batería

Aquí hay otro efecto directo. Así como el sistema es simple, el hardware también puede serlo. Esto se debe a que no necesita grandes cantidades de memoria ni algunos de los chips más potentes para ejecutar el sistema operativo.
Y eso se traduce en algo que mucha gente valora más que las apps. Autonomía.
Mientras un reloj inteligente más serio vive pegado al cargador, como es el caso del Apple Watch, muchos Amazfit aguantan una semana sin esfuerzo. Algunos van más allá de eso.
Bastantes sensores. Muchos quedan fuera
Apple y Samsung están apostando fuerte por sensores avanzados, mediciones clínicas, certificaciones y promesas de salud cada vez más ambiciosas. Todo esto cuesta dinero. Por tanto, Amazfit no entra en esta carrera.
Mide pasos, frecuencia cardíaca, sueño, estrés, deportes. Hace bien lo esencial. No pretende ser un dispositivo médico.
Para aquellos que quieran un reloj para controlar la actividad física y la vida cotidiana, este es perfecto.
Diseño funcional, no premium
Tampoco vale la pena fingir. Un Apple Watch está diseñado para parecer un objeto de lujo tecnológico. Materiales, acabados, imagen. Esto hay que pagarlo.
A su vez, Amazfit apuesta por diseños más sencillos, deportivos y prácticos. Algunos modelos son bonitos, otros no tanto. Pero todos cumplen.
Al final del día, esto es todo.
Los Amazfit, y quien dice este fabricante dice otros relojes, son baratos porque:
- Utilizar su propio sistema operativo.
- Evite los ecosistemas cerrados
- Apuesta por lo esencial
- Cortan lo caro sin necesidad
- Privilegian la autonomía y la sencillez
Estos no son relojes para quienes quieren lo mejor de todo. Son relojes para quienes quieren algo que funcione, que dure varios días y que no cueste lo mismo que un smartphone.
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