Hoy en día, todos sabemos que fumar en aviones está prohibido. Las advertencias están en las puertas, los anuncios se repiten antes de despegar y las multas pueden ser pesadas. Pero hay un detalle que confunde a mucha gente: si no puedes fumar, ¿por qué casi todos los aviones todavía tienen ceniceros en los baños? Parece una contradicción, pero la explicación es más lógica y sorprendente que imaginar.
La prohibición de fumar en los cielos
Hasta los años 80 y 90, fumar en aviones era común. Había zonas para fumadores a bordo y los ceniceros eran indispensables. Solo más tarde, con la presión de los estudios de salud y seguridad, las aerolíneas comenzaron a prohibir completamente el tabaco.
Hoy, fumar en un vuelo puede costar multas de cientos o miles de euros e incluso conducir a la detención.
Entonces, ¿por qué continúan el cenicero allí?
La respuesta es simple: seguridad.
Si alguien, no respeta las reglas, decide fumar en el escondido, la tripulación necesita tener un lugar seguro donde borrar el Beata.
Jugar una punta de cigarrillo en la basura del baño sería desastroso, ya que estos contenedores están llenos de papel y productos inflamables.
Por lo tanto, el derecho internacional obliga a los aviones a mantener los ceniceros, incluso con la prohibición de fumar.
Es decir, los ceniceros no están allí para alentar, sino para prevenir incendios en caso de no complemento.
Una regla que todavía es válida hoy
La Administración Federal de Aviación (FAA) en los Estados Unidos y la Agencia Europea de Seguridad de Aviación (EASA) requiere que todos los aviones comerciales tengan ceniceros funcionales. Si un cenicero está roto o perdido, el avión ni siquiera puede despegar.
Es uno de esos casos en los que la seguridad habla más fuerte que la lógica aparente.
Curiosidad histórica
En la década de 1970, hubo vuelos en los que casi la mitad de los pasajeros fumaban. El aire dentro de la cabina estaba cargado, incluso con ventilación.
Muchas aerolíneas se han resistido al final del tabaco a bordo porque temían perder a los clientes.
Hoy, la mayoría de los pasajeros ni siquiera pueden imaginar cómo sería un humo de cigarrillo.
La lista en aviones es un recordatorio del pasado, pero también una garantía de seguridad en el presente. Incluso si el fumar ya no está permitido, continúan siendo obligatorios para asegurarse de que si alguien rompe la regla, no ponga en peligro a todos los pasajeros.
La próxima vez que ingrese al baño de un avión y vea ese cenicero discreto, recuerde: él no está allí para usted, sino para proteger a todos los que están a bordo.