Hoy es un día muy importante para la Universidad de Minho y su Escuela de Ingeniería. Esta misma tarde se lanzará al espacio el satélite portugués PROMETHEUS-1, desarrollado por esta Universidad.
El lanzamiento de PROMETHEUS-1 está previsto para las 18:50 horas. A partir de las 18 horas habrá una ceremonia especial en el salón del edificio 1 del Campus Azurém, en Guimarães, con transmisión en vivo por YouTube para quienes no puedan asistir.
La Universidad de Miño tendrá, a partir de hoy, su primer satélite en órbita
PROMETHEUS-1 se lanzará desde el puerto espacial Vandenberg en California. Este satélite portugués estará a bordo del cohete Falcon 9 de SpaceX y estará en órbita a una altitud de 500 km.
Según Alexandre Ferreira, uno de los responsables del proyecto, PROMETHEUS-1 tiene una vida útil de dos años, pero puede permanecer en órbita siete años. Durante este período, recogerá datos útiles para la comunidad científica y académica.
El satélite en sí tiene una apariencia similar a un cubo de Rubik con 5 cm de lado y pesa 250 gramos. Incorpora sistemas de gestión y guiado de batería, microcontroladores y una cámara similar a la de un teléfono móvil para capturar imágenes.
Este proyecto también pretende acercar el espacio al aula. De esta forma, los estudiantes de los Grados en Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Electrónica y de Telecomunicación podrán adquirir experiencia práctica en áreas como los procesos de licencias de vuelo y la toma de datos.
El desarrollo de PROMETHEUS-1 fue diseñado hace tres años, cuando la Universidad de Minho inició el programa de enseñanza de Ingeniería Aeroespacial. Fue desarrollado en colaboración con el Instituto Superior Técnico, con la Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos, y financiado por la Fundación Portuguesa para Ciencia y Tecnología.
Una vez finalizado el proceso de desarrollo de este satélite, ahora es importante determinar cómo será la fase post-lanzamiento. Según uno de los responsables del proyecto, “la duda es post lanzamiento, cuando el satélite se pone en órbita, porque no sabemos en qué estado llegó allí y tenemos que encontrarlo para conectarlo”.