Si la Tierra va a ser destruida por un asteroide, sería bueno tener alguna advertencia previa. Al menos que alguien intente hacer algo, aunque sea aprovechar al máximo el tiempo que tiene en la vida. En este sentido, una ecuación desarrollada recientemente nos da más posibilidades de ser advertidos con antelación.
El trabajo del físico Oscar del Barco Novillo, de la Universidad de Murcia, en España, aborda la cuestión de la curvatura gravitacional de la luz (EIG), algo con lo que los físicos han luchado durante décadas. Como resultado de esta curvatura, los objetos no siempre están donde parecen estar en el espacio.
«La importancia fundamental de nuestra nueva ecuación es su alta precisión en el cálculo del ángulo GBL», dice Del Barco Novillo.
Localiza más objetos en el espacio con precisión
Saber cómo se curva la luz alrededor del Sol y otros objetos masivos del Sistema Solar significa que podemos localizar con mayor precisión objetos más pequeños en el espacio, incluidos planetas enanos, cometas y asteroides que se dirigen directamente hacia nuestro planeta.
«Nuestro estudio, que se basa en un modelo de óptica geométrica, proporciona una ecuación exacta para el cálculo más preciso hasta la fecha del ángulo GBL para un objeto masivo estático, como el Sol o los planetas del Sistema Solar», dice Del Barco. Novillo.
“Esto podría tener implicaciones para el posicionamiento preciso de estrellas distantes. También en la correcta ubicación de objetos más pequeños del Sistema Solar. Los asteroides son un ejemplo de esto, para una mejor estimación de sus órbitas exactas”.
Grandes nombres de la ciencia como Newton, Soldner, Darwin y Einstein identificaron e intentaron calcular el GBL, pero esta nueva ecuación añade más precisión que antes. Entonces, en parte, esto se logra incorporando distancias finitas en lugar de infinitas a los números.
Mientras tanto, han surgido nuevas mejoras adoptando lo que se conoce como un enfoque de entorno material. Por tanto, trata los objetos celestes de la misma manera que los físicos analizarían configuraciones más simples aquí en la Tierra. La forma en que la luz se curva al pasar a través de un vaso de agua.
Una ecuación exacta
Luego, Del Barco Novillo verificó su nueva ecuación mediante simulaciones numéricas más complejas. También comparaciones con cálculos anteriores y con la fórmula de retardo temporal de Shapiro. En todos los casos, resultó ser exacto.
Además de permitir seguir con mayor precisión las órbitas de los asteroides en el espacio hacia la Tierra, la ecuación podría resultar útil de varias maneras. Podría darnos una mejor visión de Próxima Centauri, por ejemplo, la estrella más cercana a la Tierra después del Sol.
También podría ayudar con la misión Euclid de la Agencia Espacial Europea.