Los péptidos sintéticos derivados de la piel de la rana pueden convertirse en antibióticos nuevos y poderosos, revelando resultados prometedores contra bacterias resistentes en las pruebas preliminares.
La piel de la rana puede ser la gran arma contra las superconterros
A lo largo de la evolución, las ranas se han adaptado a ambientes húmedos y llenos de microbios, desarrollando defensas naturales efectivas contra infecciones bacterianas. Investigadores de la Universidad de Pensilvania identificaron, en un nuevo estudio, compuestos antibióticos derivados de las secreciones de la rana Odorrano Andersonii, nativa del sur de Asia.
Estudios anteriores ya habían revelado que esta rana produce un péptido con propiedades antimicrobianas llamadas Andersonnin-D1, aunque tiene limitaciones como tendencia a la agregación tóxica y la pérdida de eficacia. Para superar estas limitaciones, los investigadores recurrieron a un enfoque de diseño molecular, haciendo cambios menores en la estructura química del péptido original, creando así compuestos sintéticos más efectivos y seguros.
Los nuevos péptidos sintéticos fueron tan efectivos como los antibióticos actualmente utilizados como último recurso, como la polimixina B. Todo esto sin tener efectos negativos en las células humanas o las bacterias beneficiosas de los intestinos. Las pruebas se realizaron tanto en cultivos aislados como en comunidades bacterianas complejas, lo que permite una evaluación más realista.
Si las pruebas preclínicas adicionales son positivas, los investigadores avanzarán a los estudios regulatorios para obtener la aprobación de las autoridades de salud para los ensayos clínicos.
Este estudio refuerza la importancia de la inspiración en la naturaleza para el desarrollo de nuevos medicamentos, destacando el potencial de las ranas como fuentes de innovación médica y subrayando la importancia de la ingeniería molecular en la creación de soluciones terapéuticas efectivas contra infecciones bacterianas resistentes.
El poder de las ostras
Pero hay más formas de combatir estas bacterias más allá de la piel de las ranas. En una nueva investigación, las proteínas antimicrobianas aisladas de la hemolinfa de ostras (el equivalente en la sangre) pueden matar ciertas bacterias responsables de una serie de infecciones. Las proteínas también pueden mejorar la eficacia de los antibióticos convencionales contra las especies de bacterias problemáticas.
Las bacterias robustas y resistentes causan infecciones comunes
La neumonía es una infección pulmonar aguda, generalmente causada por Streptococcus pneumoniae. Esta es la principal causa de muerte entre los niños menores de cinco años y una causa común de hospitalización y muerte en personas mayores.
Las infecciones del tracto respiratorio superior, como la amigdalitis, también son comunes. De hecho, son la razón más frecuente para la prescripción de antibióticos para los niños.
Las infecciones persistentes de piel y garganta causadas por Streptococcus pyogenes pueden conducir al desarrollo de fiebre reumática aguda y cardiopatía reumática.
Sin embargo, la alta prevalencia de estas infecciones bacterianas y el uso excesivo de antibióticos contribuyeron a la evolución de las bacterias resistentes a los fármacos. Esto hace que estas infecciones sean difíciles de tratar.
Ostras como armas en la lucha contra las superbacterias
Más del 90% de los antibióticos que utilizamos actualmente se derivan de la naturaleza. Lo mismo se aplica a más del 65% de los antibióticos que se están desarrollando recientemente.
En busca de nuevos medicamentos antimicrobianos, los investigadores generalmente comienzan analizando organismos que producen productos químicos antimicrobianos para la autodefensa.
Las ostras están expuestas a altas concentraciones de varios microorganismos en su entorno marino natural. Por esta razón, desarrollaron fuertes defensas de inmunidad. Por ejemplo, dependen en gran medida de las proteínas antimicrobianas y las cadenas de las moléculas conocidas como péptidos en su hemolinfa (sangre) para protegerse de las infecciones.
En las últimas décadas, la investigación ha encontrado que la hemolinfa de ostras contiene proteínas y péptidos antivirales y antibacterianos. Estos son activos contra una serie de agentes patógenos humanos y marinos.