Los investigadores de varias instituciones francesas han encontrado evidencia clínica sólida de que la suplementación con vitamina D puede ser un enfoque efectivo para el tratamiento de la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad neurodegenerativa.
La vitamina D puede ser la solución a la esclerosis múltiple lenta
Aunque naturalmente presente solo en algunos alimentos, como el pescado gordo, los huevos y ciertos hongos, la vitamina D es sintetizada principalmente por el cuerpo a través de la exposición a la luz solar. Independientemente de la forma en que se obtiene, esta vitamina juega un papel esencial en la absorción de calcio, el funcionamiento del sistema inmune, el crecimiento celular, el metabolismo y la actividad neuromuscular.
Ya se sabe que la falta de vitamina D es un factor de riesgo para el desarrollo de EM. Es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo ataca la vaina que protege las células nerviosas. Dado esto, los científicos realizaron un ensayo clínico con 303 participantes diagnosticados con síndrome clínicamente aislado (SCI), una condición que a menudo evoluciona a la esclerosis múltiple.
Durante dos años, aproximadamente la mitad de los participantes recibieron una dosis alta de vitamina D (colecalciferol) cada dos semanas. El resto ya tomó un placebo. Los resultados mostraron que el grupo que recibió vitamina D presentaba menos lesiones cerebrales y de la médula espinal.
La actividad de la enfermedad se registró en el 60,3% de los participantes del grupo de vitamina D, en comparación con el 74,1% en el grupo placebo.
Resultados importantes
Los resultados se consideraron estadísticamente relevantes, lo que indica que la vitamina D puede contribuir a prevenir parte del daño causado por la enfermedad.
Sin embargo, los investigadores también lograron identificar los perfiles que más se beneficiaron de la suplementación: las personas con una marcada discapacidad de la vitamina D, con el índice de masa corporal (IMC) dentro del estándar y sin lesiones en la médula al comienzo del estudio.
A pesar de los datos prometedores, algunos problemas permanecen abiertos. Por lo tanto, la mayoría de las conclusiones se basan en imágenes obtenidas por imágenes de resonancia magnética, que miden el daño al sistema nervioso central. Con respecto a los síntomas clínicos de EM, las diferencias entre los dos grupos fueron más bajas, y la tasa de recaídas no mostró variaciones significativas.
Los científicos ahora tienen la intención de profundizar el estudio sobre los efectos de esta dosis de vitamina D y comprender mejor los mecanismos involucrados. Se sabe que esta vitamina modula el sistema inmune. Pero teniendo en cuenta que el Em surge de una respuesta inmune no regulada, es esencial darse cuenta de cómo ocurre esta interacción.
La investigación sobre la esclerosis múltiple continúa avanzando, no solo buscando librar sus efectos, sino también identificar causas y posibles formas de reversión.