A pesar de los avances en los tratamientos con antibióticos, las infecciones de oído aún pueden provocar complicaciones neurológicas graves, como pérdida de audición, parálisis facial, meningitis e incluso abscesos cerebrales potencialmente mortales. Por ejemplo, los riesgos asociados con la otitis media, particularmente en niños pequeños, resaltan la importancia de la vigilancia y el tratamiento oportuno. De hecho, ¡los dolores de oído pueden ocultar un gran peligro!
La persistente amenaza de las infecciones de oído
Los antibióticos han reducido significativamente los riesgos asociados con las infecciones de oído. Sin embargo, aún pueden producirse complicaciones neurológicas graves, como pérdida de audición, parálisis facial, meningitis y abscesos cerebrales.
El problema de la otitis media
La otitis media, comúnmente conocida como infección del oído medio, se desarrolla cuando un resfriado, una alergia o una infección de las vías respiratorias superiores hace que se acumule pus y moco detrás del tímpano. Esta acumulación produce dolor e hinchazón. En los países desarrollados, alrededor del 90% de los niños sufren al menos un episodio de otitis media antes de llegar a la edad escolar, normalmente entre los seis meses y los cuatro años. Actualmente, las complicaciones secundarias de la otitis media afectan aproximadamente a uno de cada dos mil niños en los países desarrollados.
Sin embargo, los peligros potenciales de la otitis media se reconocieron por primera vez hace más de dos milenios.
Avances en el tratamiento del dolor de oído
Sin embargo, la complicación más mortal de la otitis media es un absceso cerebral, una acumulación de pus en el cerebro debido a una infección. Los síntomas más comunes son dolores de cabeza, fiebre, náuseas, vómitos, déficits neurológicos y cambios de conciencia. Con las técnicas neuroquirúrgicas modernas, la mayoría de los abscesos cerebrales se pueden aspirar o drenar, seguido de un tratamiento antimicrobiano intravenoso durante seis a ocho semanas. Durante los últimos 50 años, la mortalidad mundial por abscesos cerebrales ha disminuido del 40 al 10 por ciento y la tasa de recuperación total ha aumentado del 33 al 70 por ciento.
Otras complicaciones incluyen:
Meningitis bacteriana: Los síntomas incluyen dolor de cabeza intenso, fiebre alta, rigidez en el cuello, irritabilidad, alteración del estado mental y malestar. A medida que la infección se propaga, el paciente desarrolla inquietud, delirio y confusión más graves. El tratamiento consiste en altas dosis de antibióticos intravenosos durante 7 a 21 días.
Mastoiditis aguda: Se trata de una infección que afecta al hueso mastoideo situado detrás de la oreja. Esto debe tratarse para evitar que progrese a complicaciones más graves. Los tratamientos incluyen antibióticos intravenosos y la colocación de un tubo de drenaje.
Pérdida de audición: La pérdida auditiva permanente es poco común y ocurre en aproximadamente 2 de cada 10.000 niños que padecen otitis media.
Parálisis facial: Antes de los antibióticos, esta complicación debilitante ocurría en aproximadamente 2 de cada 100 casos de otitis media. Desde los antibióticos, la tasa se ha reducido a 1 de cada 2.000 casos. Debe tratarse como una emergencia. Alrededor del 95 por ciento de los pacientes con otitis media que desarrollan parálisis facial se recuperan por completo.