Los perros han convivido con los humanos durante miles de años. Estaban acostumbrados a cazar, vigilar, pastorear y realizar muchas otras tareas, pero hoy en día son principalmente compañeros. Aunque su vida actual puede parecer fácil en comparación con la de sus antepasados, siguen enfrentándose a muchas dificultades. Hace unos años, investigadores franceses demostraron que el comportamiento del dueño de un perro en el veterinario afecta los niveles de estrés de su mascota. El estudio demostró que el comportamiento negativo del dueño, como regañar, aumentaba la ansiedad del perro durante un examen veterinario. ¡Ahora hay aún más datos sobre esto que revelan que los perros pueden captar su estrés y poner en riesgo su salud!
¿Cómo pueden estresarse los perros?
De hecho, antes de la reciente investigación realizada en la Queen’s University de Belfast, nadie había investigado el efecto del estrés del dueño en sus perros en un ambiente controlado.
Dicho esto, el nuevo estudio analizó específicamente el efecto del estrés del propietario. Se mide a través de los cambios en el ritmo cardíaco, el estrés que siente tu perro cuando acude al veterinario.
En este experimento participaron veintiocho propietarios y sus perros. Tanto los dueños como los perros usaron monitores de frecuencia cardíaca en todo momento. Esto fue para que fuera posible monitorear y registrar la frecuencia y variabilidad cardíaca. Todo para medir los niveles de estrés.
A continuación, los propietarios fueron expuestos a una intervención para aliviar el estrés o el estrés. Luego se controló el efecto que tuvo sobre ellos y sus perros.
En primer lugar, la frecuencia cardíaca de los perros disminuyó a medida que se acostumbraron al entorno de la clínica veterinaria. Esto sugiere que los veterinarios deberían dar tiempo a los perros para que se aclimaten a la clínica antes de examinarlos.
Esto no sólo reducirá su estrés, sino que también puede mejorar la validez de cualquier examen o prueba realizada. Medidas como la frecuencia cardíaca y respiratoria pueden elevarse como resultado de un estrés elevado.
También se descubrió que si la frecuencia cardíaca del dueño aumentaba o disminuía durante el experimento, la frecuencia cardíaca del perro también aumentaba o disminuía al mismo tiempo.
Estos resultados sugieren que los perros pueden reconocer el estrés en sus dueños. Esto puede influir en tus propios niveles de estrés, a través del proceso de “contagio emocional”.
Se trata de un fenómeno en el que las personas y otros animales pueden “captar” o imitar las emociones y el comportamiento de quienes los rodean, consciente o inconscientemente.
Entonces, ¿qué significa esto para el dueño promedio de un perro?
Si nuestro estrés tiene el potencial de influir en nuestros perros, entonces esto debe tenerse en cuenta al visitar al veterinario. Si los veterinarios ayudan a los dueños a sentirse más tranquilos mientras visitan la clínica, esto también puede ayudar a que sus perros se sientan más tranquilos.
Es probable que un enfoque holístico de la atención veterinaria, en el que se tengan en cuenta al animal, su dueño y el medio ambiente, produzca los mejores resultados en términos de bienestar.
Pero hay otra cosa interesante. Un estudio reciente que investigó el comportamiento canino concluyó que el olor a sudor de un humano estresado, que el perro no conocía, afectó el aprendizaje y la cognición de ese perro durante una prueba de sesgo cognitivo.
La prueba mide si un animal se encuentra en un estado emocional positivo o negativo y si es probable que tome decisiones con una actitud optimista o pesimista.
Esto demuestra que los perros pueden verse afectados por el estrés tanto de extraños como de sus dueños.