Son muchos los elementos que se pueden personalizar en un coche. Podemos cambiar el color del coche, algunos acabados, el material de los asientos y otras cosas. Sin embargo, independientemente del nivel de personalización de tu coche, hay un elemento de tu vehículo que siempre parece permanecer uniforme: los neumáticos. Pero, ¿por qué los neumáticos de los coches son siempre negros?
El otro día escuché a un cliente en un taller preguntar si podía personalizar o encargar neumáticos de otro color. La verdad es que aunque consideres que los neumáticos negros de tu coche son estéticamente desagradables, lo cierto es que lo son por una muy buena razón. El color negro característico de los neumáticos de los automóviles es el resultado de un componente químico vital en su creación, un componente que, si no existiera, disminuiría seriamente la longevidad y la resistencia general del neumático.
Los neumáticos no siempre fueron negros
En los primeros días de la ingeniería automovilística, los neumáticos de caucho ni siquiera existían. Las ruedas de los vehículos originalmente estaban hechas de madera, pasando a ser de metal sólido cuando comenzaron a circular los primeros automóviles. Desgraciadamente, conducir sobre ruedas de metal macizo es increíblemente incómodo, ya que no hay nada que absorba los baches y la arena de la carretera. También es peligroso en invierno, ya que el metal sólido no proporciona tracción para agarrarse a la carretera en condiciones resbaladizas.
Hacia finales del siglo XIX, los ingenieros automovilísticos empezaron a pensar en formas de hacer que la experiencia de conducción fuera un poco más fluida. La respuesta que encontraron fueron neumáticos de caucho duraderos, creados a partir de una combinación de materiales de caucho sintético y natural. Este fue un gran paso en la dirección correcta, pero aún no fue perfecto. Los neumáticos de color blanco brillante, debido al proceso de mezcla del caucho, eran demasiado receptivos a la temperatura exterior. Cuando hacía calor, se volvían pegajosos y cuando hacía frío, se solidificaban por completo en un estado similar a las ruedas de metal sólido. Los ingenieros continuaron trabajando en la fórmula del caucho de los neumáticos, incorporando otros químicos y sustancias a la mezcla con la esperanza de reforzar los neumáticos contra los elementos.
la solucion
A principios del siglo XX, un ingeniero automovilístico británico llamado Sidney Charles Mote finalmente descubrió el secreto de los neumáticos de caucho para automóviles. Como parte de los experimentos de su equipo, Mote intentó incorporar algo de hollín suelto, sobrante de artesanías industriales, junto con hilo de algodón. La adición de este compuesto a la mezcla de caucho dio lugar al color negro. Pero no fue sólo el color lo que cambió; Los neumáticos fabricados con esta goma oscura eran más robustos y más resistentes a los cambios bruscos de temperatura. Los diversos ingredientes de la mezcla fueron estabilizados por el compuesto de hollín, dándoles fuerza y al mismo tiempo permitiéndoles flexionarse y sostener la carretera.
Este compuesto se llamó negro de carbón y sigue siendo el ingrediente secreto de todos los neumáticos de automóvil hasta el día de hoy. Los científicos estiman que un neumático sin negro de humo en su mezcla sólo duraría unas 5.000 millas, lo que significa que habría que pagar para reemplazarlo varias veces al año.