Nos hemos estado «quejando» por la falta de innovación en el mundo de la tecnología durante varios días, especialmente en el lado del teléfono inteligente. Pero al observar lo que hacen grandes marcas como Samsung (no), la realidad es que tenemos equipos llenos de personas talentosas listas para llevar el mundo de la tecnología a una etapa completamente nueva.
Un buen ejemplo es en la Universidad Carnegie Mellon (Escuela de Ciencias de la Computación), que tiene un equipo de investigadores que trabajan en una nueva tecnología que puede girar la forma en que se diseñan, producen y finalmente se usan los wearables.
La tecnología se llama Power-Over-Skin, lo cual es claro, significa que será posible hacer que la electricidad viaje el cuerpo humano para evitar usar baterías en los productos mismos.
Power Over Skin: serás la batería de los wearables del futuro
Por lo tanto, estamos hablando de una tecnología que llega a terminar uno de los puntos más débiles de cualquier producto electrónico pequeño. Tu batería. Todos los dispositivos electrónicos que usamos en nuestra vida diaria necesitan una batería para funcionar. Esta batería debe cargarse para mantener el nivel de funcionalidad.
De hecho, esto no es cierto solo del lado de los relojes, auriculares, anillos inteligentes, etc. También es cierto para los monitores de glucosa y marcapasos.
Bueno, la tecnología de energía a la piel tiene como objetivo eliminar la batería de todos estos dispositivos. ¿Cómo funciona?
Sigue siendo algo que está en su fase inicial. Aún así, la tecnología funciona empleando un solo transmisor alimentado por una sola batería, que a su vez usará el cuerpo humano para llevar energía a varios receptores.
Ya se han realizado algunas pruebas, donde el equipo de los investigadores pudo alimentar dispositivos pequeños, incluidas las luces LED, el joystick Bluetooth en un anillo, y también fue posible brillar un arete. De hecho, ya era posible darse cuenta de que la potencia recibida por estos dispositivos es directamente proporcional a su distancia al transmisor.
Durante las pruebas, los investigadores pudieron alimentar objetos pequeños, incluidas las luces LED, un joystick bluetooth incorporado en un anillo luminoso y un arete. Descubrieron que el poder recibido por estos dispositivos era directamente proporcional a su distancia desde el transmisor, y los dispositivos más cercanos recibieron más potencia.
En el futuro, y la atención que todavía hay unos pocos años y grandes, esta tecnología puede dar vida no solo a los dispositivos a los que ya nos hemos referido, sino también a otros como gafas inteligentes. Pero para que esto suceda, el poder tiene que aumentar y bien. Tal vez en 10x el 20x.