Los wearables equipados con sensores, como relojes inteligentes, pulseras inteligentes, anillos e incluso algunas prendas de vestir, son cada vez más populares. Es por ello que muchas empresas han invertido en este equipo, principalmente con el objetivo de mejorarlo y hacerlo más compacto. Sin embargo, esto no siempre es posible debido a la batería. Son “pesados”, grandes y hay que transportarlos. Pero ¿y si fuera posible evitarlo? De hecho, el calor de tu cuerpo pronto será la batería de los wearables.
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia creen haber encontrado una solución. Es una película fina, flexible y económica que convierte el calor corporal en energía. Esta fuente de energía, argumentan los investigadores en un estudio publicado en la revista Science, podría usarse en lugar de baterías para alimentar la próxima generación de tecnología portátil. El estudio se basa en otras investigaciones recientes que muestran cómo pequeños dispositivos termoeléctricos pueden esencialmente transformar el cuerpo humano en un mini reactor geotérmico para alimentar estos dispositivos. Aún es temprano, pero los investigadores tienen la esperanza de que la película pueda ayudar a crear dispositivos portátiles más útiles y dispositivos médicos portátiles de mayor duración que puedan funcionar sin baterías.


La energía corporal puede conducir a una electrónica más sostenible
Para construir la película flexible, los investigadores utilizan pequeños cristales llamados «nanoaglutinantes» para formar una capa de hojas impresas. Forman un material termoeléctrico que fue útil para lograr una flexibilidad y eficiencia impresionantes. Luego, el equipo utilizó una técnica química compleja llamada «síntesis solvotérmica» para crear nanocristales, cristales diminutos que miden sólo unos pocos nanómetros. La película se fabricó mediante un método de serigrafía que, según el equipo, podría reducir los costes de producción a gran escala.
El resultado de toda esta ingeniería a pequeña escala es una fina película que, según los investigadores, puede transformar el calor corporal en una fuente de energía. Además de ayudar a crear dispositivos autoalimentados, los investigadores dicen que la película también se puede colocar en espacios reducidos para enfriar chips de computadora.
Este proceso de enfriamiento puede ayudar a aumentar la eficiencia y el rendimiento de los chips de computadora avanzados. Están cada vez más presentes en smartphones y ordenadores. Esto también podría resultar útil en grandes centros de datos, que actualmente utilizan grandes cantidades de agua evaporada para evitar que los servidores se calienten demasiado. Según los investigadores, algún día películas como ésta podrían incluso aplicarse a dispositivos inteligentes que puedan alimentar un sistema de calefacción o aire acondicionado. En otras palabras, esto significa que los futuros deportistas podrán llevar ropa inteligente que les refresque utilizando la energía derivada de su propio calor corporal.
Mientras tanto, investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de Carnegie Mellon también crearon recientemente un dispositivo portátil. De hecho, es el primero de su tipo, alimentado por el calor corporal y equipado con un sensor de oximetría de pulso. Aunque todavía son tempranos, estos avances apuntan a un futuro en el que será posible que existan equipos eléctricos más autosostenibles.