Mucha gente sufre de insomnio. De hecho, para muchos portugueses las noches de insomnio son una realidad. En cuanto a las causas, hay varios elementos que pueden contribuir a ello y no siempre es fácil encontrar al principal responsable. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que, después de todo, el trabajo es la principal causa de insomnio y ya hemos explicado por qué.
De entrada, debes saber que los trabajadores con estilos de vida sedentarios o que trabajan en horarios no tradicionales tienen más probabilidades de tener problemas de sueño.
Un nuevo estudio liderado por la psicóloga Claire Smith, de la Universidad del Sur de Florida, revela que los trabajos muy sedentarios -característicos de alrededor del 80% de la población activa actual- aumentan significativamente el riesgo de sufrir síntomas de insomnio.
Publicado en el Journal of Occupational Health Psychology, el estudio analizó datos de más de 1.000 trabajadores durante una década. Los resultados resaltan que el trabajo sedentario, junto con horarios de trabajo irregulares, representa una amenaza sustancial para la salud del sueño.
Estos dos factores, acelerados por los cambios tecnológicos, como el aumento del trabajo con ordenadores, se asocian a un aumento del 37% en los síntomas de insomnio. Esto entre trabajadores sedentarios. Y un riesgo un 66% mayor de necesitar un “sueño de recuperación” para quienes mantienen horarios de trabajo no tradicionales.
El vínculo entre el trabajo y los problemas de sueño
El estudio concluyó que el trabajo sedentario está fuertemente vinculado a la categoría de insomnes. En este caso, se caracteriza por síntomas como dificultad para conciliar el sueño, sueño interrumpido y cansancio frecuente durante el día. Sin embargo, los trabajadores con horarios no tradicionales, como los que trabajan en turnos nocturnos, tienen más probabilidades de caer en el grupo de los que duermen bien.
Implicaciones a largo plazo para la salud del sueño y el lugar de trabajo
Según Smith, las investigaciones sugieren que mover el cuerpo durante la jornada laboral y limitar el trabajo fuera del horario laboral puede no sólo ayudarle a dormir bien esa noche, sino también protegerlo contra problemas continuos de sueño una década después.
El estudio también muestra que los trabajadores que caen en malos patrones de sueño debido a su trabajo, como largas jornadas de trabajo sedentario o horarios irregulares, pueden terminar atrapados en estos patrones poco saludables durante años. Por ejemplo, el 90% de las personas con insomnio persisten con sus síntomas 10 años después.
También añadió que los resultados sugieren que rediseñar los lugares de trabajo teniendo en cuenta la salud del sueño puede ser fundamental. Todo para mejorar el bienestar de los trabajadores. También es necesario realizar intervenciones en el lugar de trabajo que consideren la salud del sueño como una cuestión dinámica y multifacética, en lugar de un problema único para todos.