La gota a menudo se asocia con un consumo excesivo de alcohol o una dieta poco saludable. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que la genética juega un papel más importante en el desarrollo de la enfermedad artrítica de lo que se pensaba. Pero, ¿de dónde viene la gota después de todo?
Un estudio reciente, realizado por un equipo internacional de científicos, analizó los datos genéticos recopilados de 2.6 millones de personas en 13 recortes diferentes de datos de ADN. Este número incluyó a 120,295 personas con «caída predominante».
Al comparar los códigos genéticos de las personas con gota con los de las personas sin gota, el equipo encontró 377 regiones de ADN específicas donde había variaciones específicas de la enfermedad. 149 de los cuales no se habían asociado previamente con la gota.
Un gran estudio muestra de dónde proviene la caída y no es lo que pensamos
La investigación sugiere que la genética juega un papel más importante en el desarrollo de la gota de lo que se pensaba anteriormente.
Aunque los factores de estilo de vida y ambientales ciertamente todavía están en juego, los descubrimientos sugieren que la genética juega un papel importante en la determinación de si no se ha reducido o no, y los investigadores piensan que puede haber más conexiones genéticas para descubrir.
«La caída es una enfermedad crónica con una base genética y no es culpa de aquellos que la sufren: el mito de que la gota es causada por el estilo de vida o la dieta debe ser derribada», dijo el epidemiólogo Tony Merriman de la Universidad de Otago , en Nueva Zelanda, cuando el estudio se publicó el año pasado.


Cuando se instala la gota
La gota se asiente cuando hay altos niveles de ácido úrico en la sangre, que luego forma cristales afilados en las articulaciones. Cuando el sistema inmunitario del cuerpo comienza a atacar estos cristales, el dolor y la incomodidad son significativos.
La genética es importante en todas las fases de este proceso, sugieren investigadores. En particular, afecta la probabilidad de que el sistema inmunitario del cuerpo ataque los cristales y la forma en que el ácido úrico se transporta por el cuerpo.
La gota puede ir y venir, pero hay tratamientos disponibles. Los autores del estudio piensan que las ideas incorrectas pueden disuadir a las personas de recurrir a estos tratamientos. Este es un problema real, ya que los casos de la enfermedad aumentan cada vez más.
Además de darnos una mejor comprensión de las causas de la gota, el estudio brinda a los científicos más opciones para explorar cuando se trata de tratamientos. Particularmente en términos del manejo de la respuesta inmune del cuerpo a la acumulación de ácido úrico. De hecho, los medicamentos existentes podrían reorientarse para esta función.