Los investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Faber han hecho un descubrimiento prometedor en el tratamiento del carcinoma de células renales, el tipo más común de cáncer de riñón. El equipo encontró evidencia de que los viejos genes virales, que han sido parte de nuestro ADN hace millones de años, pueden reactivarse en las células cancerígenas, lo que lleva al sistema inmunitario a atacarlos y ayudar con el cáncer de riñón.
El virus oculto en el ADN puede ayudar a combatir el cáncer de riñón
Estos genes, conocidos como retrovirus endógenos, son rastros de infecciones virales antiguas que se han integrado en el genoma humano a lo largo de la evolución. Por lo general, permanecen inactivos y silenciosos. Sin embargo, los científicos han encontrado que bajo ciertas condiciones, como la presencia de mutaciones en los genes supresores de tumores, estos genes pueden volver a la actividad.
Un desencadenante para la respuesta inmune
En el estudio, los investigadores analizaron casos en los que el gen VHL, que generalmente actúa como supresor tumoral, está inactivo debido a las mutaciones. Algo característico de este tipo de cáncer de riñón. Cuando esto sucede, una proteína llamada HIF2 se vuelve excesivamente activa, lo que a su vez desencadena la reactivación de retrovirus latentes.
Estas secuencias virales comienzan a producir proteínas virales, que están fragmentadas y expuestas en la superficie de las células cancerosas. Estos fragmentos actúan como «banderas» que llaman la atención del sistema inmune. En particular, las células T, que las reconocen como extrañas y comienzan un ataque al tumor.
Potencial para nuevas terapias inmunológicas
A diferencia de muchos otros tipos de cáncer, el cáncer de riñón es uno de los pocos que, en algunos casos, el sistema inmunitario puede eliminar por sí solo. Esto aunque los mecanismos aún no se entienden completamente. Este estudio ayuda a explicar cómo puede suceder esto: las mutaciones genéticas en las células cancerosas conducen a la exposición de proteínas virales, que el cuerpo puede identificar como una amenaza.
El descubrimiento allana el camino para el desarrollo de nuevas inmunoterapias, explorando la activación controlada de estos genes virales como una forma de «marcar» las células enfermas para la destrucción del sistema inmune.