La luz azul de la mañana puede ser beneficiosa para las personas mayores, ayudándoles a dormir mejor por la noche y sentirse más despierto y activo al día siguiente.
¡La luz azul en la mañana puede mejorar el sueño y la energía!
Investigadores de la Universidad de Surrey, Reino Unido, realizaron un estudio con 36 participantes de 60 años o más. Por lo tanto, analizaron los efectos de las sesiones de dos horas con luz azul y luz blanca ordinaria dos veces al día durante varias semanas.
La elección de este grupo de edad no fue por casualidad. A medida que envejecemos, tendemos a pasar menos tiempo en el extranjero y más tiempo en entornos de luz artificial. Además, los ojos envejecidos dejan menos luz azul. Estos factores pueden perturbar los ritmos circadianos, el «reloj biológico» y, en consecuencia, la calidad del sueño.
La importancia del color y el momento de la exposición
Los investigadores compararon los efectos de los diferentes tipos de luz. Específicamente la luz azul y la luz blanca, en la rutina y el sueño de los participantes. Según Débora Constantino, cronobiólogo de la Universidad de Surrey, «creemos que este es uno de los primeros estudios para evaluar el impacto de la fototerapia autoadministrada en adultos mayores sanos que viven de forma independiente, con el objetivo de mejorar el sueño y la actividad diaria».
Los resultados fueron sorprendentes. La exposición a la luz azul en la mañana se asoció con un sueño de mayor calidad y una mayor actividad durante todo el día. Curiosamente, lo mismo no era cierto cuando la exposición ocurrió por la noche. En este caso, los participantes tuvieron más dificultades para conciliar el sueño y mantener el sueño.
El momento de la exposición marca la diferencia
Los autores del estudio explican que la exposición matutina a la luz azul ayuda a regular el ritmo circadiano, enseñando al cuerpo a reconocer las horas de vigilia y, en consecuencia, descansar. Por la noche, este tipo de luz interfiere con el ciclo natural del cuerpo. De ahí la recomendación común para evitar la pantalla antes de acostarse, muchos de los cuales ya incluyen filtros de luz azul.
«Recibir luz azul temprano en la mañana puede reforzar las señales de advertencia diurna, aumentando la presión de dormir al final del día y promover un sueño más profundo y continuo», explican los investigadores en el artículo científico publicado.
El estudio también mostró que una mayor exposición a la luz natural, incluso en días nublados, se asocia con niveles más altos de actividad diaria y una tendencia a caer lo antes posible. La luz del día es rica en longitudes de onda azules, que están vinculadas al aumento de la energía y el buen humor.
Aunque estudios anteriores ya han mostrado beneficios de la luz azul en los ancianos, la mayoría se centró en las personas con demencia, en entornos controlados. Esta nueva investigación está más cerca de la realidad cotidiana.