Conducir es una de esas actividades que millones de personas dan por sentado cada día. Sin embargo, un simple error puede causar muchos problemas y dificultar mucho esta tarea. De hecho, es terriblemente fácil cometer un error costoso mientras se está detrás del volante. Un error sorprendentemente común que pueden cometer los conductores es llenar el depósito de combustible con diésel en lugar de gasolina.
Las diferencias entre gasolina y diésel
En sus orígenes, el diésel y la gasolina empiezan siendo exactamente lo mismo. Sin embargo, existen algunas diferencias cruciales en cómo ambos son aprovechados en última instancia por un motor.
Los motores de gasolina utilizan electricidad para galvanizar la reacción y quemar el combustible, pero el diésel no hace esto. En cambio, los motores de los vehículos diésel dependen de chorros diésel y de un complejo sistema de aire tratado. Estos diferentes procesos dan como resultado diferencias internas significativas entre los dos tipos de motores, con el resultado final de que los dos tipos de combustible son, en general, fundamentalmente incompatibles. Los motores diésel son muy diferentes.
Por lo tanto, no es aconsejable repostar el vehículo con el tipo de combustible equivocado. Sin embargo, esto no significa necesariamente que poner diésel en un motor de gasolina sea un desastre inmediato. Hay algunos factores diferentes que determinan exactamente lo que puede suceder si lo hace por error.
¿Qué tipo de daños puede causar el combustible diésel a un coche de gasolina?
La clave para el funcionamiento de un motor diésel es la lubricación. Los sistemas de distribución de combustible en los motores de encendido por compresión dependen del combustible para lubricar y enfriar los contactos deslizantes. Introducir accidentalmente gasolina sin plomo en la ecuación puede ser perjudicial porque puede recubrir los componentes del motor y por tanto eliminar esta lubricación. Sin embargo, en el dilema opuesto, el diésel no se activa mediante un destello de electricidad como el gas, lo que significa que la reacción no se producirá y no alimentará un coche de gasolina.
Sin embargo, se aferrará a su funcionamiento interno y causará todo tipo de problemas. Debido a su espesor, incluso una pequeña cantidad de combustible diésel en un vehículo de gasolina puede obstruir los inyectores de combustible, los filtros y las líneas del motor.
El grado de daño depende de factores como la cantidad de diésel que se añadió, la cantidad de gasolina que quedaba en ese momento y (lo más importante) si el motor se arrancó después del error. No hay una respuesta específica, pero los signos de dicho daño pueden incluir falla del motor, movimiento errático del vehículo y parada completa cuando se agota el combustible correcto que queda en el motor.
¿Qué puedes hacer si cometes este error?
Algunos pueden pensar que nunca se encontrarán en esta situación, pero le puede pasar a cualquiera. Además, es un revés que puede ser menos desastroso si se actúa con rapidez.
No hacer funcionar el motor evita que el diésel se propague tanto como podría, lo que ayuda a contener el problema en cierta medida y potencialmente gana algo de tiempo. Luego, lo que deberá hacer es llevar su automóvil a un lugar seguro y accesible para una inspección profesional con el proveedor elegido. Sin embargo, prepárese para el peor de los casos, especialmente si la obstrucción interna es grave.