Hoy en día, estamos acostumbrados a acceder a Internet en segundos. Un clic y tenemos videos, redes sociales, compras en línea, todo a una distancia con los dedos. Pero hubo un momento en que surfear en Internet era una experiencia completamente diferente: más lenta, ruidosa y paciencia … pero también llena de magia. Bienvenido a los 90.
¿Cómo fue navegar por Internet en la década de 1990 (y cómo evolucionamos)
Llamar a Internet en ese momento era casi un ritual. Necesitábamos un módem de acceso telefónico, que estaba conectado a través de la línea telefónica. Cuando comenzamos la llamada, escuchamos ese sonido extraño y medio metálico, casi como si dos robots estuvieran discutiendo por teléfono. Era el ruido del módem para negociar la conexión con el operador de Internet. Y sí, mientras estábamos encendidos, nadie podía usar el teléfono fijo en casa. Si alguien lo hiciera, la llamada caería inmediatamente, lo que generó más que una discusión en muchas familias.
El Internet de los 90 fue mucho más simple, pero eso no significaba que fuera menos fascinante. Consultamos páginas web extremadamente básicas, exploramos foros y grupos de discusión, enviamos correos electrónicos (en texto puro, sin grandes archivos adjuntos, por supuesto) y comenzamos a dar los primeros pasos en motores de búsqueda como Altavista, Yahoo! y Lycos. Google todavía era un bebé y miraba solo otro motor de búsqueda entre tantos otros. Nadie imaginó qué se convertiría.
Las páginas alojamiento
Muchos crearon sus propias páginas personales en plataformas como Geocities o Tripod. Eran páginas caóticas, llenas de gifs parpadeantes, texto colorido y, por supuesto, música de fondo automática que comenzó tan pronto como la página se llevaba, que a menudo tomó varios segundos o incluso minutos. El concepto de diseño elegante no existía en la práctica, y cada sitio era un tipo de montículo digital de gusto (o falta de él) de quienes lo crearon.
Las descargas fueron una prueba de paciencia
Las descargas fueron una verdadera prueba para la paciencia. Una simple canción de MP3 podría tardar media hora en descargar si todo salió bien. Un archivo de 5 MB ya se consideraba pesado, y las películas ni siquiera estaban sobre la mesa, eran simplemente imposibles de transferir. Más tarde, llegaron programas como Napster, Winamp, ICQ o Kazaa, quienes revolucionaron la forma en que compartimos archivos, pero también sacaron el ancho de banda …
Todo cambió
La comparación con hoy no podría ser más sorprendente. Actualmente, tenemos llamadas instantáneas a través de fibra o 5G, transmisión de video de alta definición, redes sociales constantes y dispositivos inteligentes que nos mantienen conectados a Internet en cualquier lugar, incluso en la muñeca. Pero todo comenzó mucho más modestamente: con una conexión ruidosa, páginas lentas y una gran curiosidad para este nuevo «mundo virtual».
Surfar en Internet en la década de 1990 fue como explorar una nueva tierra. Cada página descubierta era un pequeño tesoro, cada nueva característica parecía mágica. Y a pesar de todas las limitaciones, había algo especial en ese momento. Internet era crudo, más personal y algo más divertido. Hoy tenemos todo más rápido, más hermoso y más eficiente, pero mirar hacia atrás nos permite valorar el camino que hicimos.